Novelas para Querer Saber Más

Novelas para Querer Saber Más

Supongo que muchos estamos apurando hasta última hora los regalos de Reyes Magos, así que para los que todavía tengan compras pendientes traigo una recomendación. Se trata de 3 Novelas con N mayúscula, de esas que no sólo te enganchan, sino que no se acaban cuando te las terminas.

Porque son Novelas que te hacen querer saber más. En efecto, las 3 se basan en hechos dramáticamente reales, y por su nivel de detalle y minuciosidad, podrían pasar por Novela Histórica. Cuando las leas, atrévete a decirme que no has entrado en Google para documentarte al respecto. Incluso mientras te las estés leyendo.

Os anticipo que estas 3 recomendaciones no son para débiles de corazón ni pusilánimes. Empezamos.

Dan Simmons, «El Terror», Roca Editorial

http://www.rocaeditorial.com/es/catalogo/sellos/roca-editorial-5/el-terror-306.htm

En «El Terror», Dan Simmons nos transporta a la expedición para encontrar el Paso del Noroeste que el 19 de Mayo de 1845 partió de Greenhite, en Inglaterra comandada por Sir John Franklin. Formada por dos barcos, el HMS Erebus y el HMS Terror, y una tripulación de 24 oficiales y 110 hombres, las naves fueron vistas por última vez en Julio de ese mismo año en el Estrecho de Lancaster, en Canadá.

Han pasado 170 años de aquello, y sólo sabemos que el HMS Erebus y el HMS Terror quedaron atrapados en una banquisa de hielo al norte de la Isla del Rey Guillermo. Durante más de 2 largos años. También sabemos que John Shaw Torrington, John Hartnell y Willian Braine fallecieron por causas naturales en invierno de 1845. Son los únicos restos humanos que se han identificado.

En 1859, una expedición de rescate liderada por el Teniente de la Marina William Hobson encontró en un túmulo en la Isla del Rey Guillermo una nota dejada por dos de los suboficiales supervivientes: Crozier (capitán del HMS Terror) y Fitjames (capitán del HMS Erebus). Estaba fechada el 25 de Abril de 1848, tres años después de haber quedado encallados, en la que se recogía la intención de los 105 supervivientes de llegar a pie hasta la desembocadura del Río Back. A cientos de millas de distancia.

HMS Terror

CUALQUIERA que hallare este papel, se le suplica enviarlo al Secretario del Almirantazgo en Londres, con una nota del tiempo y del lugar donde se halló (Imagen de Wikimedia Commons, de dominio público en los Estados Unidos, Australia y la Unión Europea)

Desde entonces, más de 24 expediciones (la última de ella hace menos de 3 años) se han enfrentado al hielo del Ártico para hallar los restos de dos naves de más de 300 toneladas cada una, y de las cerca de 130 personas que viajaron en ellas. Sin éxito.

Y gracias a los resultados de las mismas, Dan Simmons ha podido hilvanar el relato de lo que sucedió a los hombres de la Expedición Perdida de Sir John Franklin.

Desperación. Hielo. Angustia. Frío Extremo. Supervivencia. Canibalismo. Rebelión. Motín. Y una criatura bestial que está cazando a los marineros uno a uno. Una novela claustrofóbica que transcurre en un desierto helado.

James Ellroy, «La Dalia Negra», Zeta Bolsillo

http://www.casadellibro.com/libro-la-dalia-negra/9788498721973/1244069

El 15 de Enero de 1947, en el parque Leimert de Los Angeles, apareció el cadáver brutalmente mutilado de Elisabeth Sort. Su cuerpo, convenientemente limpiado y drenado de sangre, había sido seccionado en dos a la altura de la cintura. Sus labios fueron cortados formando una terrorífica sonrisa; se le extrajo el corazón, el bazo y los intestinos; y presentaba golpes, laceraciones y amputaciones por todo el cuerpo.

Dalia Negra

Elisabeth Short, fichada en 1943 por consumir alcohol siendo menor (Imagen de Wikimedia Commons de dominio público)

El asesinato de Elisabeth Short, o Dalia Negra como la bautizó la prensa, permanece oficialmente sin resolver en el archivo de la Policía de Los Ángeles. Y es el telón de fondo con el que James Ellroy inaugura su célebre Cuarteto de Los Ángeles.

Hablar de Ellroy es hablar de oscuridad. Y de la historia reciente de Estados Unidos. En La Dalia Negra, Ellroy hace una vivisección de la corrupción de la sociedad angelina, deslumbrada por las estrellas de Hollywood y plagada de mafiosos de la talla de Bugsy Siegel, Micky Cohen o Jack Dragna. Corrupción que empapa por igual al Departamento de Policía de L.A., plagado de excombatientes de la Segunda Guerra Mundial que conviven con tipos que prefieren mirar para otro lado, o que directamente están en la nómina de la mafia.

Olvida todo lo que has visto en Mulholland Falls, Gangster Squad o Mob City. Tu fuente es Ellroy. Espero que estés preparado para leer sobre brutalidad policial, porque Elloy es el  heredero de Dashiell Hammet y Raymond Chadler. Gran conocedor de la ciudad, la época y los bajos fondos, la novela te envuelve en datos, sucesos y personajes reales, mientras desentraña una investigación tan brutal como minuciosa. A lo largo del Cuarteto de Los Ángeles asistimos a la evolución de la ciudad y su Departamento de Policía, y podemos anticipar los cambios en la narrativa de Ellroy, cada vez más breve, más concisa, como el disparo de un .38. Hay que empezar por Dalia Negra el Cuarteto de Los Ángeles y hay que evolucionar con Ellroy para poder leer la trilogía American Tabloid.

Alan Moore & Eddie Campbell, «From Hell», Planeta de Agostini

http://www.planetadelibros.com/from-hell-nueva-edicion-libro-90644.html

Tengo pendiente hacer el recorrido que hacen Sir William Gull y su cochero Netley por los principales monumentos masónicos de Londres en el Capítulo IV. La interpretación que Alan Moore hace de los sucesos de Whitechapel es sencillamente magistral.

From Hell

Catch me when you can, Mr Lusk (Imagen de Wikimedia Commons, de dominio público)

Con una riqueza de detalles, y una abundante cantidad de documentación que lo convierten en una narración tan didáctica como verosímil, el tándem formado por Alan Moore y Eddie Campbell desgranan a lo largo de más de 600 páginas de novela gráfica una de las teorías sobre la identidad de Jack el Destripador.

Y es la propuesta en 1976 por Stephen Knight, según la cual los asesinatos formaban parte de un complot para encubrir el nacimiento de un hijo ilegítimo del Príncipe Alberto Victor, Duque de Clarence y nieto de la Reina Victoria.

La limpieza del trazo de Campbell, el entintado en blanco y negro, la recreación del Londres señorial y de sus suburbios, son el complemento perfecto a una poderosa narración. Al igual que ocurriera con Watchmen, From Hell requiere concentración, y una lectura dedicada para empaparse de toda su riqueza.

Esta obra, publicada entre 1989 y 1996 y recopilada íntegramente en 1999, ha ganado entre otros 5 premios Eisner y 3 premios Harvey.

D.E.P. Elmore Leonard

No pareces feliz, Louis.
– No quiero tener nada que ver con lo que estés tramando, sea lo que sea, ¿vale? Con una vez basta – aseveró Louis.
– Como si fueras una monja de la caridad. ¿Fui yo quien se cargó aquello del secuestro?
– Tú fuiste el que metió a Richard.
– ¿Y eso qué tiene que ver?
– Sabías que intentaría violarla.
– Ya. Y tú la ayudaste a salir de aquel follón. Pero no fue eso lo que jodió el invento, Louis. Tú sabes qué fue. Le dijimos al hombre que pagara si quería volver a ver a su mujer… Porque así es como hay que hacerlo, ¿no? Y entonces resultó que no quería volver a verla, ni siquiera cinco minutos. ¿Allí en las Bahamas, en su nido de amor con Melanie? Si no puedes negociar con el hombre, Louis, si ni siquiera puedes amenazarlo, no hay ninguna posibilidad de que el negocio funcione.
– De todos modos habría fallado – contestó Louis – No sabíamos lo que hacíamos.

Elmore Leonard, «Jackie Brown», Editorial Punto de Lectura

Esta noche nos ha dejado Elmore Leonard, una figura clave de la novela negra. Sus libros nos permiten asomarnos al mundo del crimen en todos los entornos y en todos los sectores sociales; incluso en varias épocas de la historia reciente de los Estados Unidos. Si sois de poco leer, podéis conocer la riqueza de sus tramas y lo asombroso de sus personajes en películas como Jackie Brown, Get Shorty o la serie Justified.

Salid a la calle y compraos un libro de Elmore Leonard, aunque haga calor. Compradlo en persona, y en papel. Para mí es la mejor manera de rendir homenaje a un grande. Yo voy a salir a comprarme «Perros Callejeros«, que todavía no lo he leído.

Ender no tiene Miedo al Cambio

– Ender Wiggin, si se tratara simplemente de elegir el futuro mejor y más feliz para ti, te aconsejaría que te quedaras en casa. Quédate aquí, crece, sé feliz. Hay cosas peores que ser un Tercero, hay cosas peores que tener un hermano mayor que no se decide entre ser un ser humano o un chacal. La Escuela de Batalla es una de esas cosas peores. Pero te necesitamos. (…) Necesitamos lo mejor, y lo necesitamos pronto. A lo mejor no nos sirves, o a lo mejor sí. A lo mejor te rompes ante tanta presión, a lo mejor ello arruina tu vida, a lo mejor me odias por haber venido a tu casa hoy. Pero si hay una sola posibilidad de que por estar tú con la Flota, la humanidad sobreviva y los insectores nos dejen en paz para siempre, entonces te voy a pedir que lo hagas. Que vengas conmigo.

Tengo miedo – dijo Ender en voz baja- , pero iré con usted.

Orson Scott Card, «El Juego de Ender», Ediciones Z

A veces nos resistimos al cambio, porque nos da miedo que nos lleve a un lugar peor. Pero el cambio puede llevarnos a un lugar mejor. ¿Y tú? ¿Qué podrías hacer? ¿Quién podrías ser si no tuvieras miedo?

¿Qué camino debo seguir?

-Minino de Cheshire -empezó Alicia tímidamente, pues no estaba del todo segura de si le gustaría este tratamiento: pero el Gato no hizo más que ensanchar su sonrisa, por lo que Alicia decidió que sí le gustaba -. Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
– Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar – dijo el Gato.
– No me importa mucho el sitio… -dijo Alicia.
– Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes – dijo el Gato.
– … siempre que llegue a alguna parte – añadió Alicia como explicación.
– ¡Oh, siempre llegarás a alguna parte – aseguró el Gato -, si caminas lo suficiente.

Alice’s adventures in Wonderland, Lewis Carroll

Gato de Chesire

Es la tercera vez que sale un gato en mi blog. Espero que sea la última (Ilustración de Sir John Tenniel de dominio público)

No sabría qué palabras no destacar de este diálogo. Es el resumen ejecutivo de la toma de decisiones que debería interiorizar cualquier persona que aspire a ser productiva. Olvidate de todas las metodologías, herramientas, apps y evangelios mesiánicos que hayas leído sobre como «hacer tus tareas». La próxima vez que tengas que tomar una decisión de hacer o no hacer algo, vuelve a los principios, back to basics. Recuerda:

  • si sabes hacia dónde vas, unas decisiones harán que te acerques y otras que te alejes. Aprende a identificar cuál es cual
  • si no tienes un rumbo, no te preocupes: puedes pasarte la vida dando vueltas, y siempre llegarás a alguna parte. Piensa qué vas a hacer si no te gusta el sitio al que llegas

Cuando se tienen objetivos en la vida, todo parece más fácil 🙂

Marine, what is that badge in your body armour

Esta brillante escena de La Chaqueta Metálica (Full Metal Jacket, Stanley Kubrick 1987) es la fuente de inspiración de una de las frases de mi anterior post.

Son, all I’ve ever asked of my marines is that they obey my orders as they would the word of God. We are here to help the Vietnamese, because inside every gook there is an American trying to get out. It’s a hardball world, son. We’ve gotta keep our heads until this peace craze blows over.

 

E.l.l.r.o.y.

Tres hombres se apearon de un Ford del 62 aparcado unos metros más atrás. Llevaban máscaras. Llevaban guantes y zapatos con suela de crepe. Llevaban cinturones de trabajo con bombas de gas en las bolsas. Iban en manga larga y abotonados de arriba abajo. Llevaban tizanada la piel.

El vapor los envolvió. Se acercaron y sacaron pistolas con silenciador. Los vigilantes tosieron. Aquello suministró cobertura sonora a los enmascarados. El conductor del camión de la leche sacó una pipa con silenciador y disparó en la cara al vigilante más cercano.

El ruido fue un golpe seco. La frente del vigilante estalló. Sus dos compañeros se llevaron la mano a la pistolera. Los enmascarados les dispararon por la espalda. Se doblaron y cayeron hacia delante. Los disparos y los crujidos de los cráneos resonaron apagados.

Son las 7:19. Todo sigue tranquilo. No hay peatones y el choque aún no ha despertado curiosidad.

James Ellroy, Sangre vagabunda, Ediciones B

Ellroy es el amo. Escribe frases como balas. Escribe párrafos como ráfagas. Escribe libros que son una Thomson 1921 con cargador tipo C. Redondos, conectados, holísticos. Ellroy es el thriller. Ellroy es la novela negra. Ellroy. Leed a Ellroy

Tiene derecho a permanecer en silencio

Por supuesto que lo tienes. Eres un delincuente. Los delincuentes siempre tienen derecho a permanecer en silencio. (…) Entérate de una vez: un inspector de policía, que cobra por meterte en la cárcel, te está explicando que tienes el derecho absoluto de cerrar el pico antes de que digas una idiotez.

«Cualquier cosa que diga o escriba podrá ser usada en su contra ante un tribunal». Tío, colega, despierta de una puta vez. Que te están diciendo que hablar con un policía en una sala de interrogatorios sólo puede causarte problemas. Si pudiera beneficiarte en algo, ¿no te parece que sería lo primero que te dirían? Se pondrían delante de ti y te dirían que tienes derecho a no preocuparte por nada, porque todo lo que digas o escribas en ese condenado cubículo va a usarse en tu favor en un tribunal. No tío, lo mejor que puedes hacer es callarte. Callarte ahora mismo.

«Tiene derecho a hablar con un abogado en cualquier momento, antes de cualquier interrogatorio, antes de contestar ninguna pregunta o durante cualquier pregunta».  Y hablando de cosas útiles, ahora el mismo tío que te quiere arrestar por violar la paz y la dignidad del Estado, te dice que puedes hablar con un profesional en leyes, un abogado que se ha leído la parte que toca del Código Anotado del Estado de Maryland (…) Acepta toda la ayuda que te ofrezcan.

«Si quiere un abogado y no puede permitírselo no se le formulará ninguna pregunta y se solicitará al tribunal que le asigne un abogado de oficio.» Traducción: eres un sin techo. A los sin techo no les cobramos.

David Simon, «Homicidio. Un año en las calles de la muerte», Ed. Principal de los Libros

Todos sabéis que Dave Simon es el creador de The Wire, la serie de HBO que marca un antes y un después en la ficción policiaca moderna; como hiciera en su día «Hill Street Blues». «Homicidio» es el resultado de un año de convivencia en la Unidad de Homicidios del Departamento de Policía de Baltimore, una mirada descarnada al oficio de resolver un crimen; algo que va más allá de un trabajo por turnos, con seguro médico y vacaciones pagadas. El capítulo en el que durante 17 páginas vivisecciona la puesta en escena que acompaña el proceso de un interrogatorio policial es sencillamente sublime. Y la principal conclusión que arroja es que te aferres a tu derecho a permanecer en silencio; porque cualquier cosa que digas o escribas será usada en tu contra ante un tribunal.

El Momento de la Verdad

Si estamos verdaderamente convencidos de orientar nuestra compañía hacia las necesidades individuales de nuestro cliente, entonces no podemos apoyarnos en manuales de proceso e instrucciones que llegan de las distantes oficinas de la Corporación. Durante esos 15 segundos de oro tenemos que dar la responsabilidad de ideas, decisiones y acciones a la gente que pertenece a SAS: empleados, asistentes de vuelo, encargados de equipaje, y todos los demás empleados de primera línea. Si tuvieran que mirar hacia estratos más altos de la organización para tomar decisiones sobre un problema concreto, entonces esos 15 segundos de oro desaparecerían sin respuesta, y habríamos perdido la oportunidad de conseguir un buen cliente.

Jan Carlzon, «El Momento de la Verdad», Ediciones Díaz de Santos

 

La gente no habla de nada

— (..) A veces, me deslizo a hurtadillas y escucho en el «Metro». O en las cafeterías. Y, ¿sabe qué?
—¿Qué?
La gente no habla de nada.
—¡Oh, de algo hablarán!
—No, de nada. Citan una serie de automóviles, de ropa o de piscinas, y dicen que es estupendo. Pero todos dicen lo mismo y nadie tiene una idea original. En los cafés, la mayoría de las veces funcionan las máquinas de chistes, siempre los mismos, o la pared musical encendida y todas las combinaciones coloreadas suben y bajan, pero sólo se trata de colores y de dibujo abstracto. Y en los museos… ¿Ha estado en ellos? Todo es abstracto. Es lo único que hay ahora. Mi tío dice que antes era distinto. Mucho tiempo atrás, los cuadros algunas veces, decían algo o incluso representaban a personas.

Ray Bradbury, «Fahrenheit 451»

Lecciones para políticos durante la Crisis: mantened las apariencias

Doc aparece con un Lamborghini Countach rojo sangre (…) A John le molesta, porque los polis odian tales muestras de ostentación. Los incorruptibles piensan que les estás restregando las ganancias por las narices (…) a los de la división no les gusta que hagas alarde porque los ciudadanos ven lo que consideran traficantes de drogas completamente a su aire (…) los polis que tienes comprados te ven conduciendo un carro de 300.000$ y piensan que a lo mejor no les estás pagando lo suficiente.

Don Winslow, «Los Reyes de lo Cool», Ed. Mondadori