Re-Flexiones

He aprovechado para recoger algunas frases que me han hecho gracia en esta sección de Re-Flexiones. He tenido la suerte de compartir muchos años de trabajo con personas excelentes que tenían un nivel de ironía por encima de la media (que en los círculos en los que me muevo he de decir que es muy alta). Así que estas frases no son mías, ¡ojalá lo fueran! Pero las uso. Y al menos me preocupo de recogerlas para que no se pierdan.

Cuando menos lo quería, me tocó la lotería

Hay situaciones en la vida en las que una aparentemente buena noticia viene a tambalear tus cimientos y trastoca tu vida, generándote problemas que de los que antes no tenías que preocuparte.

Por ejemplo, llevas una apacible vida familiar con tu mujer y tus hijos en tu acogedor piso de 60m2 y de repente te tocan los Euromillones. Y de la noche a la mañana todo son discusiones sobre si la tapicería que combina con el color del Aston Martin es beige o chocolate, o quiénes son esas mulatas culonas que están en el jacuzzi del yate. O por ejemplo, tres meses después te llama un cliente para que arranques un proyecto y resulta que la gente que le dijiste que podría encargarse ya está metida hasta las orejas en otras guerras.

Problemas, que te toque la lotería sólo son problemas.

Ya se me ha quedado pequeño el Jacuzzi del MINI, joder (Imagen de Venom82)

Si nos lo piden, firmamos la Muerte de Manolete

Todos sabemos que al grande Manolete se lo llevó por delante Islero en la plaza de Linares una fatídica tarde de Agosto de 1947. Sin embargo, algunos clientes (en su afán de maltrato continuado al proveedor) son capaces de inventarse todo tipo de condiciones abusivas, penalizaciones draconianas, acuerdos de nivel de servicio que hacen que el proveedor palme pasta sólo por ser adjudicatario, etc. Incluso pueden obligarte a firmar que no, que Manolete murió por tu culpa. Y tú, porque no te queda más remedio, lo firmas.

O no.

Parece claro que sí, que fue Islero (La mítica foto de Canito, obtenida del blog teinteresasaber.com)

La cura ha ido bien, ahora, el ojo lo pierde

Esta frase recoge lo extravagante y kafkiano que puede llegar a ser el mundo de la Calidad. No importa que los procesos generen los resultados que esperamos; una auditoría de Calidad sólo mide que los procesos se sigan tal y como se han documentado, y que se muestren las evidencias que permitan comprobarlo. Que luego el ojo se cure o no se cure, eso para los auditores es lo de menos.

Sin embargo, a veces no basta con seguir la receta. Indeed.

Esto es lo que dice el procedimiento

Y este el producto final

El roce hace el eccema

Es cierto. El roce no hace el cariño; el roce lo único que produce son irritaciones. Ya lo decía mi madre: «A la que no lleva bragas, las costuras le hacen llagas».

Parece que a alguien le rozan los dodotis

Mejor nos dedicamos al cine mudo

Utilícese esta expresión para constatar que si no es posible hacer una tarea para la que supuestamente se tiene capacidad, es mejor directamente perder el tiempo.

Chaplin quedó tercero en un concurso de imitadores de Charlot

Es hora de pasar de la poesía a las matemáticas

Las flores y la música de violines están muy bien. Pero siempre llega el momento de sacar la calculadora, hacer números, y poner una cifra.

2 + 2 = 4

Aportar

Actividad organizativo-empresarial en la que una o más personas divagan sobre una idea, pero nadie toma la decisión de llevarla a cabo, y mucho menos, se enfanga para hacerlo. Es el término técnico para el vulgarismo «meter mano en». Ejemplo de uso: «Oye, el cliente nos ha pedido que pensemos algo sobre la nueva convocatoria de Subvenciones a la I+D+i. Organiza una reunión con D., R. y J., seguro que tienen mucho que aportar.»

Paco, en esta empresa aportamos todos

Con esto y un paraguas, no nos mojamos

Es una de mis frases favoritas. Me han dicho de todo (nada bueno) por usarla, y eso que no es mía, que la primera vez se la oí a un grande entre los grandes (C.S.) Demuestra con ingenio y elegancia, pero al mismo tiempo con crudeza, la inutilidad de algo. ¿Por qué decirle a alguien que sus ideas «no tienen sentido» o que su trabajo «no sirve para nada»? ¿Por qué generar una situación de violencia física tirándole a alguien los papeles a la cara? No hombre no. Devuélvele ese informe mediocre a tu compañero con una sonrisa de oreja a oreja, y dile que con eso, y un paraguas, no nos mojamos. Seguro que lo entenderá.

Están a punto de presentar el informe semestral; pero al menos tienen su paraguas

Me pongo la gorrita de ________

Una empresa de consultoría es por definición un lugar infradimensionado, en el que hay siempre más trabajo que hacer que personas para hacerlo, en el que todo es importante, y había que terminalo ayer. Eso supone que la mayoría de las veces, las personas (únicas e indivisibles) asumen diferentes roles hacia la organización, o hacia los clientes, o hacia ambos. La única manera de combatir esta esquizofrenia es usando «gorritas«. Yo soy yo, pero cuando me pongo mi «gorrita de comercial», puedo putear a mis compañeros técnicos y no mancharme las manos de aceite de motor. En cambio, cuando me pongo mi «gorrita de técnico» puedo despotricar del cliente y decir que tal cosa no se hace. Cuando me pongo mi «gorrita de Jefe de Proyecto» puedo evitar mancharme de aceite de motor y despotricar del cliente, pero a cambio tengo que ladrarme con comerciales y técnicos. Y así sucesivamente. Es una especie de Doctor Jekyll y Mr. Hyde, pero con gorrita.

He conocido auténticos especialistas que cambiaban de gorritas con más rapidez de la que una de las Novias Tróspidas se quitan el bikini en el jacuzzi. Tener muchas gorritas en el armario es una bendición de Dios; siempre puedes ponerte una para evitar hacer algo que no te apetece. Desde aquí mi sincera admiración, yo no soy capaz de desdoblar mi personalidad y responsabilidad con tanta facilidad (así me luce el pelo)