Atrapados en el Mito de la IA

Tiempo de lectura: 10 minutos

Si eres el CEO de una empresa, o un emprendedor que ha lanzado una startup, vete pensando en buscarte otra cosa. El plot twist que nadie vio venir del impacto de la Inteligencia Artificial en el empleo es que, en breve, ambos trabajos serán irrelevantes (preveo gran crisis en LinkedIn).

¿Cómo de breve?

A finales de 2023 se estimaba un horizonte de 2 años. No se si ahora que es finales de 2025 lo tenemos ya encima, pero debe estar ahí-ahí. La experiencia dice que invertir mucho dinero en poner a trabajar a personas muy inteligentes hará que ocurra antes o después.

¿Trabajando en qué?

En incorporar a la IA lo que los anglosajones llaman agency, término que aúna la capacidad de elegir qué acción tomar, tomarla y, por tanto, asumir las consecuencias.

Esta es la premisa de Mustafa Suleyman[1] que propone un nuevo Test de Turing. Originalmente [2], el Test de Turing habla de máquinas capaces de simular un comportamiento indistinguible del humano, en un juego que llamó “Imitation Game”. Básicamente el jugador, haciendo preguntas, debía adivinar si hablaba con un hombre o una mujer, y de ahí, si la máquina podría engañar al jugador para que no fuese capaz de distinguirla como tal. El fundador de DeepMind va más allá, propone saltar de la pregunta “¿pueden pensar las máquinas?”, a la pregunta “¿pueden las máquinas tener impacto relevante en el mundo?”.

¿Qué considera “impacto relevante”?

Pues que una IA sea capaz de hacer un estudio de mercado, identificar una necesidad compartida por un grupo de personas, encontrar una forma de satisfacerla, construirla, lanzarla y comercializarla, convirtiendo una inversión de 100.000 dólares en un resultado de 1 millón.

Vamos, el trabajo del CEO o el emprendedor.

¿Por qué alguien propondría que, de todas las cosas que puede hacer un ser humano (como educar a un niño, alimentar a un hambriento, atender a un enfermo, cobijar a un refugiado, descubrir una vacuna, etc.) lo realmente valioso sea mover millones de dólares?

Porque él lo hizo. Y porque puede. Porque le da la gana. La clave de ser un tecno-emprendedor de éxito es que puedes hacer lo que te dé la gana. Como por ejemplo:

Lo que te dé la p**a gana (Photo by ANGELA WEISS/AFP via Getty Images)

“Dato mata relato”

Es difícil rastrear el origen de la expresión “dato mata relato”, me gusta pensar que tiene sus raíces en Husserl [3], cuando dijo que “meras ciencias de hechos hacen meros seres humanos de hechos”.

Parece que las personas que trabajamos en tecnología hemos aceptado y después asimilado y por tanto incorporado la visión neopositivista [4] de Schlick, Carnap y el resto de los miembros del “Círculo de Viena”. Me resulta raro, porque el neopositivismo es una visión de la ciencia (conocer la realidad para poder explicarla), y diseñar, desarrollar y evolucionar AI es el dominio de la tecnología (transformar la realidad a través del conocimiento).

La concepción científica del mundo neopositivista introduce dos cambios que no hemos conseguido superar socialmente, y que están en el trasfondo de la crisis de valores que vivimos. En primer lugar, el empirismo, que consiste en admitir como cierto sólo aquello que se puede comprobar a través de la observación, y por tanto medir; y si se puede medir, puede convertirse en un dato de una Excel, y someterse a un algoritmo. Consecuencia de lo anterior, se propugna que la ciencia (que incluye matemáticas, física o lógica formal) es la fuente suprema de obtención de conocimiento. En segundo lugar, el neopositivismo se declara abiertamente contrario a la metafísica como disciplina capaz de explicar el mundo, y al pensamiento abstracto como forma de llegar a conclusiones verdaderas.

Y esta idea resulta muy interesante, porque si relegamos por debajo de la ciencia a la metafísica (por no ser una fuente aceptada de conocimiento) y la epistemología (por estar acotada al conocimiento que obtiene la ciencia) ¿dónde pondremos la ética? Por ejemplo, la pondremos debajo de la economía. Subordinada. He escuchado a personas decir en público que sus principios están vinculados al precio que pagan por tenerlos.

Esta pregunta está implícita en las críticas al neopositivismo. En su conferencia en Viena de 1935 [5], Husserl plantea que no todas las preguntas que se hace el hombre se pueden responder desde la ciencia; y que no hay que aceptar que, de entre todas las preguntas que se puede hacer el hombre, sean las más importantes justo aquellas que se pueden responder desde la ciencia. En su crítica, Husserl advierte la incapacidad de las disciplinas humanistas de defenderse frente al reduccionismo de lo medible, y por tanto del dato.

Dato mata relato.

Desde esa incapacidad surge esa crisis de valores que identificaba en la sociedad, inicialmente europea de los años 30, ampliable al mundo occidental en general hoy en día.

Los relatos míticos del siglo XXI

Husserl propone que la espiritualidad humana es un dominio de conocimiento ajeno al mundo de la ciencia, y por tanto no explicable desde la racionalidad de observaciones y datos. Aquí entrarían los valores, la moral, etc. “Dato mata relato” perpetúa el reduccionismo neopositivista, o sea, el reduccionismo de los valores. No se puede explicar la espiritualidad con una Excel. Lord Kelvin dijo que “lo que no se puede medir, no se puede mejorar”, y por desgracia nos lo hemos creído.

Sabemos que las sociedades humanas se articulan y unen en torno a relatos míticos, y que la historia nos demuestra que esos relatos los construyen personas con intereses. Pero claro, en el contexto en el que primero Husserl y luego Heidegger se movieron, el espíritu, como explicación del hombre, se vinculó a las identidades nacionales (el espíritu del individuo supeditado al espíritu de su nación), y los relatos que se construyen alrededor. Heidegger proponía como solución a la crisis del reduccionismo la recuperación de los relatos míticos clásicos [6], aunque el suyo por desgracia se vinculó a la identidad de la nación alemana, a partir de las ideas de Fichte, Schiller, Goethe y Hölderlin entre otros. Que luego utilizó el nacionalsocialismo para ascender al poder, y ya sabemos que eso acabó en Genocidio. En nuestros días, la invasión de Ucrania de 2022 sin ir más lejos se explica en las fuentes oficiales [7] con un relato que se retrotrae al Mito Fundacional Ruso, con San Vladimiro, Príncipe de Nóvgorod, Gran Príncipe de Kiev, y cristianizador de la Rus de Kiev en el siglo XI.

No os preocupéis, que hay relatos míticos y genocidios para todos

Normal que genere rechazo acudir a la narrativa Mítica para la creación de valores.

Una cosa interesante que no se si habrás pensando, es que las personas que creaban e imponía un relato mítico empezaron siendo los chamanes, y luego llegaron religiosos, militares, gobernantes, poetas, filósofos, intelectuales… Lo llamativo del siglo XXI es que surge un nuevo tipo de personas capaces de crear e imponer relatos míticos.

Empresarios y emprendedores.

¿Y qué relato mítico pueden crear?

Pues poder, podrían crear cualquiera.

Ya, pero ¿cuáles han creado?

Relatos en los que mitifican (su) capacidad para generar (su) riqueza o tomar (sus) decisiones. Se resumen en dos. Uno, el del hombre hecho a sí mismo que, empezando de la nada (o de la casi nada, según la pasta que le haya dado papi) consigue triunfar. Este relato ensalza el trabajo duro y el sacrificio y equipara “triunfo” y “riqueza”. El otro es el relato de “lo hago porque puedo”. Que no es la explicación de Trasímaco [8] cuando dice que lo justo es aquello que los poderosos imponen sobre los débiles. Sino más bien la línea del “Might is right” de Arthur Desmond [9]: que la razón (entendida como motivo) de hacer algo, es precisamente poder hacerlo. Algo reservado a los fuertes, audaces y ambiciosos. Que conducen un Lambo.

Salir del Mito

Lo que nos devuelve al origen de esta reflexión. A lo largo de sucesivas iteraciones, se ha impuesto un nuevo relato mítico: el de la tecnología que avanzará sin descanso hasta construir la Inteligencia Artificial que domine, supere y haga irrelevante al ser humano. De suerte que este relato técnico, se funde con el relato del empresario / emprendedor, que va a hacer que ocurra porque quiere o porque puede, y así nace la gran narrativa en la que estamos inmersos.

Es una lástima que nosotros los técnicos, inspirados sin saberlo por Husserl y Heidegger, hayamos creado un relato mítico que, desde lo técnico, va contra el espíritu del hombre, por la pasta, o por la audacia. Cerrando un círculo vicioso del relato técnico que neutraliza el relato de la espiritualidad.

Los líderes de la comunidad técnica necesitan abandonar este Mito, y aceptar otros que expliquen su propósito, relatos que nunca más deberían venir de aquellos que quieren transformar la realidad sólo si da dinero o alimenta su ego.

Debemos volver a los orígenes de la tecnología. 

El relato mítico fundacional de la tecnología ya lo explicaba Protágoras [10]. El titán Prometeo robó las artes de Atenea (conocimiento) y Hefesto (tecnología), y con ellas el fuego (energía) sin el que no servirían para nada, y se las dio a los hombres para su progreso. No pudo robar la sabiduría política porque esa la custodiaba Zeus.

La ciencia, como fuente de conocimiento. La tecnología como transformación de la realidad a través del conocimiento. La transformación de la realidad para progresar hacia una sociedad mejor en los sentidos de libertad, igualdad, solidaridad, justicia, transparencia, sostenibilidad, inclusión

En Europa por ejemplo hemos tenido que regular por Ley [11] que ese debe ser el propósito de la Inteligencia Artificial, para que a nadie le quede ninguna duda.

Pues todavía salen personas diciendo que esa Ley coarta y limita nuestra capacidad de innovación, ¡poniéndonos en desventaja!

¿Quién querría innovar sin respetar la libertad, la igualdad, la solidaridad…? ¿Cómo podría considerar el respeto de la libertad una desventaja?  ¿Por qué no elegiría sumarse al relato Mítico de Europa como bloque donde se defiende la solidaridad? [12]

El relato Mítico de Europa

Jürgen Habermas tiene una visión interesante de qué significa Europa y en qué consiste ser europeo. Tuvo su epifanía en un día en particular, el 15 de febrero de 2003 cuando millones de personas marcharon contra la Guerra de Irak [13]. El francés Jacques Derrida compartió esta percepción y fue cosignatario de su manifiesto. Todas esas personas tenían en común precisamente ser europeos. Su conciencia colectiva despertó de manera global por encima de las fronteras de los países y sus gobiernos. El problema es que esa gente de la calle, esta esfera pública de la ciudadanía, no se trasladó a la acción política, ni en los gobiernos particulares, ni a nivel general, y hubo Guerra en Irak. Esta desconexión entre el ciudadano y el poder, que puede ser algo habitual en cualquier sistema político, es uno de los problemas esenciales que definen el hecho de ser europeo, porque se siente por partida doble. La desconexión con el gobierno de tu país, y desde ahí, la desconexión con el gobierno de Europa. Por ejemplo, en materia de regulación de la IA.

Si no se puede escuchar a Habermas, habrá que leerle. (Abisag Tüllman, BPK)

El déficit democrático persigue a Europa desde su (re)fundación en los años 50, y es algo en lo que deben trabajar los políticos, pero también debe ser responsabilidad de directivos y emprendedores. Que aquellos que tienen voz y representan a otros, trabajen en una Europa más fuerte. Esta fortaleza va más allá de buscar el equilibro entre importaciones y exportaciones en una Excel, pasa por alinear al ciudadano con su gobernante, materializar la auténtica unión política, y salir del papel de mercado de consumidores del que no nos quieren dejar salir Estados Unidos y China. Europa es mucho más que un gigantesco mercado de 740 millones de consumidores.

¿Cómo pasar del proyecto-mercado común al proyecto-político común? La visión de Habermas no se basa en desarrollar la identidad paneuropea desde la historia, pues pasaría por intentar unificar las características de diferentes naciones, que han estado en guerra entre sí desde la época clásica, siendo la Segunda Guerra Mundial la más horrible de todas ellas. Sino en articular la voluntad ciudadana que, tiene un proyecto hacia el futuro basado en ciertos principios y logros sociales compartidos. ¿Qué es lo que une a los europeos? ¿Qué cosa es la identidad de Europa?

Pues una serie de creencias. Los europeos creemos en la separación de poderes, incluyendo separar la religión del estado. También en la democracia participativa y el sufragio universal. En el estado del bienestar, que se funda en conceptos como el derecho a la educación y la asistencia sanitaria, las pensiones o los subsidios por desempleo. En el rechazo al uso de la fuerza para resolver los conflictos internacionales, en la tolerancia a otras ideas, y en el respeto a los derechos y libertades individuales [14]. Esta cultura política nos distingue esencialmente de otros modelos de sociedad como el ultraliberalismo estadounidense, el modelo de partido único chino, la cleptocracia rusa… por no hablar de los estados fallidos. Aunque estas creencias son culturales, devienen de situaciones históricas, como no puede ser de otra manera. Las guerras de religión nos enseñaron a separar el gobierno de la fe. La Ilustración y las Revoluciones, a separar el poder legislativo, del ejecutivo. El Holocausto, a poner el respeto a los derechos humanos por encima de todo. El Post-Colonialismo, a aceptar las visiones de otras identidades nacionales, y así.

Es posible que la AI Act no sea la mejor regulación en IA, y que pueda mejorarse y enmendarse, como todas las legislaciones, pero su redacción con principios como la transparencia y la explicabilidad, y su orientación al riesgo para las libertades individuales deberían ser un referente. ¿Por qué querría alguien no subirse al relato del paneuropeísmo?¿Por qué rechazarla sin haber entendido su propósito?

Porque el relato del emprendedor hecho a sí mismo, porque quiere y porque puede, mola más. Porque somos egoístas. Porque queremos ganar más dinero y conducir un lambo para poder subirlo a Instagram y que nos admiren.

Y porque hemos dejado fuera la ética y el humanismo en la formación a Directivos, Emprendedores y Técnicos.

Lo que está claro es que “dato mata relato” es en sí mismo un relato.

Jaque mate, dato.

Redux

Una versión más ligera de esta reflexión se publicó en la revista Ethic el 25 de marzo de 2024.

Referencias

[1] Suleiman, M. (2023), “The coming wave”, Crown.

[2] Turing, A. M. (1950), “Computing machinery and intelligence”, Mind 49:433-460

[3] Husserl, E. (2008), “La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascendental”, Prometeo Libros

[4] Hans H. et al (1929), “The Scientific Conception of the World. The Vienna Circle”,, presentado en Tagung für Erkenntnislehre der exakten Wissenschaften

[5] Husserl, E. (1935), “Philosophy in the Crisis of European Mankind”, conferencia del 10 de mayo de 1935 en Viena.

[6] Habermas, J. (1977), “Martin Heidegger on the publication of lectures from year 1935”, Graduate Faculty Philosophy Journal 6 (2):155-180.

[7] Putin, V. (2021) “On the historical unity of Russians and Ukranians”, recuperado de http://www.en.kremlin.ru/events/president/news/66181

[8] Platón, (2013), “La República”, Alianza Editorial

[9] Redbeard, R. (2020), “Might is right. The survival of the fittest”, Forgotten Books

[10] Platón, (2015), “Protágoras / Gorgias / Carta Séptima”, Alianza Editorial

[11] 2021/0106 (COD), Proposal for a REGULATION OF THE EUROPEAN PARLIAMENT AND OF THE COUNCIL LAYING DOWN HARMONISED RULES ON ARTIFICIAL INTELLIGENCE (ARTIFICIAL INTELLIGENCE ACT) AND AMENDING CERTAIN UNION LEGISLATIVE ACTS

[12] Habermas, J. (2015), “The Lure of Technocracy. A Plea for more European solidarity”, Polity Press

[13] Habermas, J. y Derrida, J. (2003), “February 15, or What Binds Europeans Together”, Constellations Vol 10.

[14] Habermas, J. (2001), “Why Europe Needs a Constitution”, New Left Review 11.

Esencialismo Artificial

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El sueño de Diderot y d’Alembert

Hay teorías que sugieren que la Torre de Babel del Génesis [1] era el zigurat de Etemenanki, erigido en Babilonia entre los siglos 14 y 9 antes de Cristo en honor del dios Marduk. Según eso, pasaron cosa de 3.000 años desde que Yahvé confundió a los hombres hasta que Diderot y d’Alembert empezaron a publicar su Encyclopedie [2].

¡3.000 años!

Menos mal que desde entonces, ya no se puede confundir a los hombres: todo lo que tienen que saber está perfectamente recogido y clasificado.

El llamado “Ideal Enciclopédico” es uno de los pilares de la Ilustración (que en inglés dicen Enlightenment, nombre que nos invita a pensar en llevar la Luz a quién está en las tinieblas, lo cual es mucho más elevado que ilustrarla, dónde va a parar). Los propios autores incluyen una entrada “Encyclopédie” en la “Encyclopédie”, en la que definen su objetivo como:

“recoger todo el conocimiento desperdigado por la superficie de la tierra, para demostrar el sistema general a las personas con las que vivimos; y transmitirlo a las personas que vendrán después de nosotros; para que así, el trabajo de los siglos pasados no sea inútil para los siglos venideros, y nuestros descendientes, por estar más instruidos, sean más virtuosos y felices” [3]

Diderot y d’Alembert no hicieron el primer “diccionario”, tampoco hicieron el primer “tratado”, ni el primer “compendio”, ni fueron los primeros en afirmar que alguien podría ser más virtuoso y feliz por estar instruido.

Ni siquiera fueron los primeros que pensaron que era una gran idea recoger conocimiento, compartirlo y dejarlo para las generaciones venideras.

El ser humano lleva recopilando, compartiendo y legando conocimiento desde que aprendió a escribir, porque para eso aprendió a escribir. La forma más rudimentaria que se conoce son los diccionarios de términos en sumerio y arcadio, datados en algún momento del segundo milenio antes de Cristo. Son las míticas tablillas Urra=Ubullu, de las que se conocen al menos 24, y que contienen un léxico de 10.000 palabras en ambos idiomas. No te lo vas a creer, pero la primera traducción que se conserva de la historia, urra es igual que ubullu, ese concepto, es del de deuda con intereses.

Tablilla Urra=Ubullu 13

La Tablilla 13 se conserva en el MET de NY, y recoge términos de animales domésticos

La historia de la humanidad es la historia de cómo se ha recogido, ordenado y presentado el conocimiento que se tenía en un momento concreto, para ponerlo a disposición de la siguiente generación. O la historia de cómo se han cobrado deudas con intereses, que también podría ser.

Lo relevante de la Enciclopedia de Diderot y d’Alembert es que nace con el objetivo de ser sistemática y exhaustiva (por ello recoge términos de todos los dominios de conocimiento de la época: matemáticas, botánica, filosofía, historia, arte, oficios…), y accesible (redactada en términos que permitieran que ese conocimiento pudiera llegar a cualquier persona de cualquier clase social siempre y cuando supiera leer). Fue necesaria la contribución de 150 autores para escribir las más de 75.000 entradas de la Encyclopédie, una titánica tarea de recopilación, desarrollo de contenidos, y edición.

Para el siguiente salto relevante en el acceso al conocimiento hubo que esperar a la enciclopedia Encarta de Microsoft del año 1993, que ocupaba un CD-ROM, tenía buscador y además habilitaba que las entradas de la enciclopedia se relacionaran unas con otras a través de enlaces. Hasta entonces, la búsqueda de un lema era un proceso que consistía en leer los lomos de cada tomo, coger el que contenía la inicial, y abrirlo por el principio, la mitad o el final según lo que se buscaba, para ir avanzando adelante o atrás. Y no existían los términos relacionados.

Microsoft Encarta 1993

La Home de Encarta 1993 se sigue usando como ejemplo en los cursos de Visual Design y User Experience

 

El siguiente salto llegó en 2001, cuando  la Wikipedia propusiera un modelo abierto de contribución y revisión descentralizada, donde el equipo editor pasa a estar formado por voluntarios con tiempo y ganas.

Pero la forma en la que hemos decidido estructurar el acceso al conocimiento desde la epoca de los sumerios siempre ha sido la misma: a través de entradas (o lemas). Una persona tiene que saber qué entrada quiere consultar para llegar a ella.

El buscador y los hipervínculos son mejoras incrementales de resolver el mismo problema.

El problema de llegar a una entrada.

Da igual que sea una tablilla de cera con escritura cuneiforme o una representación digital de ceros y unos en forma de página web. Cuando alguien quiere saber algo, accede a un conocimiento que se presenta como una serie de enunciado afirmativos agrupados bajo un título, con una estructura (es decir, con un orden, ¿qué orden? el que considera adecuado quién haya redactado la entrada)

Una entrada es una página en la que se te dice lo que se sabe sobre un tema, escrita por alguien que ha contribuido con su conocimiento, demostrado porque ha aportado referencias. Las referencias son la forma objetiva que tenemos para justificar por qué lo que hay escrito en una entrada es correcto, lo que no deja de ser una herencia del espíritu de Pensamiento Crítico que proponía la Encyclopédie.

El Acceso Universal al Conocimiento

El siguiente salto relevante es el de la Inteligencia Artificial Generativa, donde ya no accedemos a una entrada recogida y estructurada en algún sitio; sino que esa entrada se genera y estructura al momento, en tiempo real, a la medida de la pregunta que se haya hecho, o sea, del conocimiento al que se quiere acceder, a partir de la información clasificada en el modelo, o sus parámetros de grounding, o los enlaces de investigación.

Viendo los datos de los millones de parámetros, tokens y datos que van publicando los LLM [4], la primera conclusión que quiero compartir es que un LLM puede ser la materialización definitiva del Ideal Enciclopédico.

Primero, porque se basan en construir y alimentar un modelo con todo, y todo significa todo, el conocimiento generado por el ser humano, y si no lo tiene, lo puede buscar; segundo porque lo pone a disposición de cualquiera; tercero, porque lo mantiene vivo permanentemente, y cuarto porque ya ni siquiera hace falta saber leer, puedes interactuar por voz.

Digo “puede ser” y no “es” porque en el mundo todavía hay 2,6 mil millones de personas que no tienen acceso a Internet [5].

Apuesto a que tienen más fácil llegar a una Enciclopedia impresa en papel: en el mundo hay casi cuatro veces más personas desconectadas de Internet que analfabetos [6].

Interludio: dialogar con las máquinas

Hay otra cuestión interesante en lo que al acceso al conocimiento se refiere, y es la forma primitiva y esencial con el que buscamos una respuesta a algo que desconocemos.

Taleb introduce en su visión de la Antifragilidad lo que llama «Efecto Lindy» [7] que suguiere que ciertas realizaciones técnicas (o incluso tecnológicas) [8] desarrolladas por el ser humano persisten a lo largo del tiempo, sobreviven a cambios y revoluciones, mientras no se encuentra nada que las mejore. Por ejemplo, yo todos los años actualizo para mis sesiones de Innovación en Escuelas de Negocio la imagen que compara la Silla de Hatnefer [9] (un trono de madera datado en el siglo XV antes de Cristo) con el último catálogo de sillas de Jardín de la temporada de verano.

Trono de Hatnefer y Sillón Bondholmen

¿Qué hemos inventado en 3000 años?

Lo mismo, pero 3.000 años después. Alguien decidió que esa era la forma más sencilla y efectiva de estar sentado. La imagen maliciosamente invita a pensar que en todo este tiempo sólo hemos inventado los reposabrazos, pero ni siquiera eso. Ya había tronos egipcios con reposabrazos. Alguien decidió que apoyar los antebrazos era mejor que tenerlos en el regazo, y luego otro llamó a eso «ergonomía». La innovación en este caso no viene de la experiencia de sentarse, sino de cómo producir la silla, y ha consistido en que lo coges tú de un almacén, te lo llevas tú a tu casa, y lo montas tú con la llave Allen.

Decir que la innovación viene por oleadas significa reconocer que una realización técnica/tecnológica permanece mientras no llegue otra que la supere, y por lo general, la forma de superarla tiene que ver con la experiencia de quién la usa.

Volvamos al tema del conocimiento. ¿Qué formas hemos encontrado de acceder a él?

Cronológicamente, la primera forma que descubrimos todos los seres humanos cuando llegamos a los dos o tres años es preguntar al que sabe.

Ya se encarga el que sabe de procesar nuestra pregunta, acceder a su conocimiento y dar una respuesta. Preguntar al que sabe es una maravilla porque la carga cognitiva recae en él, al contrario del sillón Bondholmen, donde la carga cognitiva (y física) de montarlo (y que no quede torcido) te recae a ti.

Claro, cuando eres pequeño, tu padre, tu madre, tus abuelos, tus profes, son capaces de responder a tus preguntas. Luego vas creciendo y ya la cosa se complica. Lo mismo no tienes cerca al que sabe.

Así pasamos a la segunda forma: consultar entradas en una Enciclopedia o Wikipedia o Manual o en Google, haciendo disponible al que sabe. En el fondo, es lo mismo que se les ocurrió a los Acadios cuando hicieron sus tablillas de cera.

Ya nadie vende Enciclopedias físicas porque ocupan espacio, son incómodas de buscar, y el proceso de actualización por tomos adicionales no está bien resuelto. Pero la forma de acceso permanece desde hace miles de años: buscar una entrada en una página.

¿Es la manera más adecuada? Al fin y al cabo, las personas no buscamos todo lo que hay que saber de una entrada: buscamos sólo una parte, aquello relacionado con ella.

¿Cuánto medía la Torre de Babel?

Debería ser anormalmente alta, al menos para los estándares de la época. Se supone que Yahvé consideró que aquello no estaba bien y por eso castigó a los hombres a no entenderse entre ellos. Encontrar una respuesta a esa pregunta pasa por buscar la entrada de la Torre de Babel en alguna enciclopedia, y una vez en su página, encontrar esa información entre todo lo escrito.

De cualquier manera, esta forma de acceder a la información da más trabajo. Eres tú el que tienes que encargarte de buscar la información, procesarla, relacionarla y encontrar lo que te interesaba. La carga de filtrar entre todo el conocimiento recae en quién busca.

Luego la cosa ha ido mejorando con el tema de los buscadores, y entonces, en la medida en que alguien haya escrito eso en una entrada, Google puede llegar a indexarlo y encontrarlo, y saber que de todos los datos que dispone, el que necesitas es altura y forma. Entre 60 y 90 metros se calcula.

Si preguntar al que sabe es la primera opción por ser la más intuitiva, la que menos trabajo nos da, la más fácil, ahora puedes llevar al que sabe en tu bolsillo y preguntarle lo que quieras. Con la ventaja de que un chatbot construido sobre un LLM no tiene carga cognitiva, solo un fee mensual y ni siquiera eso porque siempre hay un plan gratuito. Todo apunta a que el proyecto de Jony Ive y Sam Altman va sobre eso.

Esta corriente que surge alrededor del prompting, o sea, de aprender a hacer preguntas al sistema, a mí me parece coyuntural (o incluso oportunista si se quiere ganar dinero con eso). Seguimos hablando de la importancia de darle contexto al sistema en la sesión de interacción para que tu interacción se parezca más a lo que quieres. Se basa en la premisa de aprender a “escribir la instrucción correcta para obtener el resultado correcto”, cuando lo que nos ha enseñado el Procesamiento del Lenguaje Natural y la Hiper-personalización es que el sistema, con el tiempo, ya aprenderá a entender lo que le queremos decir. Las Gems de Gemini en el fondo es eso.

¿Dónde estaban las guías de prompts hace 15 años? Ahí sí que eran necesarias. ¿Dónde estaban los post en LinkedIn con “Los 10 ciclos de conversación que tienes que saber para dar de alta tu siniestro”?. Cualquiera que se haya enfrentado a un IVR [10] para sacarse un billete de autobús, dar de alta un parte, o poner una queja, sabe de lo que hablo. Sólo había una cosa que los asistentes virtuales de la antigüedad (o sea, de hace tres años) sabían hacer bien en el 100% de los casos: salir del ciclo de atención y pasar la conversación a un humano.

El tarro de las Esencias

Lo que nos lleva a la tercera cuestión, ¿qué le tienes que preguntar a una Inteligencia Artificial?

Ese sí que es un salto cognitivo relevante porque nos lleva no sólo a la realización del Ideal Enciclopédico, sino al método de la Mayéutica de Sócrates. Este se basa en un maestro que hace preguntas, aceptándose que la pregunta adecuada es más importante que la respuesta correcta. Es difícil saber cuántos discípulos tenía el Maestro Sócrates, pero las fuentes clásicas mencionan por su nombre a 19 y no se indica que fueran todos concurrentes, sino a lo largo del tiempo. Claro, es que la Mayeútica no escala. Conocer a tus alumnos y su nivel de madurez para hacer la pregunta adecuada requiere carga cognitiva que no veas.

Pero… los modelos de IAG generales, ChatGPT, Gemini, Claude, Deepseek.. son capaces de proponer qué preguntas debes hacerles sobre un lema. ¿Son realmente las preguntas adecuadas? ¿O sólo las estadísticamente más probables? ¿O son las adecuadas porque son las más probables? Olvídate de eso. El avance de NotebookLM es grandioso, porque el modelo se entrena exclusivamente con el contenido que se le alimenta, y a partir de ahí, es capaz de generar una guía de estudio a medida para un usuario concreto sobre ese contenido.

Decir que NotebookLM es capaz de generar las preguntas adecuadas, equivale a reconocer la posibilidad de que sea la Inteligencia Artificial la que interpele al humano de manera relevante, que es justo lo contrario del prompting.

Personalmente, tengo inclinaciones realistas porque sí creo que existe la realidad que se manifiesta en fenómenos, y aunque es cada cual el que da sentido al fenómeno, también creo que hay conceptos o categorías universales donde el sentido que le damos es siempre el mismo. Volviendo a Platón, fue el primero en dar una respuesta coherente al problema del ente y el ser, al definir los conceptos ideales. Así, este ordenador portátil con el que escribo es un ente, existe, pero no es el único ordenador portátil. Es uno. Una representación particular concreta de la idea del ordenador portátil. Esta idea corresponde a una esencia que lo hace ser un ordenador portátil y no una tostadora. Luego esta visión ha sido revisada y ampliada.

Y ahí es donde llega, ya para terminar, mi principal reflexión, y la pregunta con la que quiero terminar. En “¿Qué significa pensar?” [11], Heidegger llega a la conclusión de que el pensamiento es la esencia del ser humano. Es decir, el pensamiento es lo que hace que todas las implementaciones particulares de seres humanos seamos seres humanos.

Pero ese pensar no es el pensar cuyo significado ha sido deslucido por el tiempo y la filosofía. Es decir, a traer cosas al pensamiento. Habitualmente asociamos “pensar” al logos griego: decir (algo) sobre (algo). Un pensamiento es lógico cuando ese (algo) que se dice corresponde además con la verdad del (algo) del que se dice.

Sin embargo, Heidegger se retrotrae al fragmento VI del poema de Parménides [12] para proponer que “pensar”, como actividad esencial del ser humano, consiste en poner de manifiesto y tomar en consideración la esencia del ente sobre el que pensamos.

Esto es importante, porque la definición aristotélico-escolástica del hombre como «animal racional» está superada de hace tiempo. Se sabe que los animales tienen rudimentos de lenguaje y de pensamiento, pero no se sabe que sean capaces de reducir y definir la esencia de un ente. Aunque estamos a punto de saberlo; la investigación reciente sugiere que los bonobos son capaces de crear estructuras lingüísticas [13] en las que emana un significado que va más allá de la mera agregación de términos. Sin embargo, Heidegger aporta que la esencia del «ser humano» es estar en el mundo y enfrentarnos al resto de entes que nos rodean, y darles un sentido. Heidegger aborda el problema ontológico del ser diciendo que hay una forma de ser específica para el «ser humano», la del ser-ahí (Dasein), una forma de ser que consiste en relacionarnos con lo que nos rodea, entenderlo, darle un sentido, muchas veces a través de la utilidad, pero siempre desde la posibilidad. De la unión de sentido-posibilidad-uso, el ser humano desvela la identidad de un ser, que puede no existir previamente, así que lo inventa, y luego lo convierte en un concepto «universal». Todas las culturas humanas han llegado a entender lo que es un martillo, su posibilidad, y su uso, aunque era algo que en un momento no existía y luego alguien lo inventó. Y en ese proceso, le hemos dado una esencia [14].

¿Pero qué es un LLM y su modelo interno sino el catálogo exhaustivo de los entes que conoce el ser humano? ¿Cuál es la esencia de un LLM sino la de definir y revelar la esencia de esos entes que almacena?

Hasta ahora sólo había un ser al que preguntar cuando no se sabía, que coincidía con el único ser que era capaz de preguntarse por la esencia de algo, y su posibilidad.

El día que la Inteligencia Artificial no sea capaz únicamente de encontrar la idea esencial de los conceptos que almacena, sino además de definirla o encontrar sus posibilidades, ¿dónde quedará la esencia del ser humano?

Redux

Una versión más ligera de este ensayo se publicó en Ethic el 23 de noviembre de 2023.

Referencias

[1] https://www.conferenciaepiscopal.es/biblia/genesis/#cap11

[2] https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k50533b

[3] Diderot, Denise et al. “Encyclopédie, ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers”, 1ª Edición, Tomo 5, p 635, 1751.

[4] https://en.wikipedia.org/wiki/Large_language_model

[5] https://www.itu.int/en/mediacentre/Pages/PR-2023-09-12-universal-and-meaningful-connectivity-by-2030.aspx 

[6] https://www.uil.unesco.org/es/alfabetizacion/alianza-mundial

[7] Taleb, Nassim Nicholas. «Antifragile: Things that gain from disorder». Penguin, 2013

[8] Quintanilla, Miguel Angel. “Tecnología: un enfoque filosófico, y otros ensayos de Filosofía de la Tecnología”. Fondo de Cultura Económica, 2018.

[9] https://www.metmuseum.org/art/collection/search/543868

[10] https://en.wikipedia.org/wiki/Interactive_voice_response

[11] Heidegger, Martin. “¿Qué significa pensar?”, Trotta, 2010

[12] https://blogdemetafisica.blogspot.com/2018/05/traduccion-del-poema-de-parmenides.html

[13] M. Berthet et al. «Extensive compositionality in the vocal system of bonobos». Science 388, 104-108(2025).DOI:10.1126/science.adv1170

[13] Heidegger, Martin. «Ser y tiempo». Trotta, 2012

La Disrupción de los Disruptores

Tiempo de lectura: 10 minutos

Hace 12 años Marc Andreessen escribió [1] un famoso artículo donde explicaba por qué el software se estaba comiendo el mundo empresarial. Un contexto en el que los gigantes tecnológicos copaban los primeros puestos en capitalización de mercado, delante de bancos, operadoras y empresas energéticas. Tres años después, Salim Ismail explicaba en su libro “Exponential Organizations” que el ciclo de máxima competitividad de una empresa se había reducido a cinco años [2], y que el 89% de las empresas que salían en el Fortune 500 del año 1955 ya no estaban presentes en el del 2014.

Si no estás trabajando en la disrupción de tu negocio o mercado, lo está haciendo otro”, dice la web de Ismail.

CEO Nokia

Siempre hay alguien que quiere quedarse con tu negocio

Lo dice porque hemos visto cómo la tecnología digital, de la mano de grandes inversiones de fondos de Venture Capital han transformado la forma en que viajamos, comemos, nos informamos, nos entretenemos, ahorramos o invertimos, incluso la cómo consumimos a otras personas.

Cualquier sector, mires donde mires, se transforma gracias a la tecnología digital.

Esto es así al menos desde hace 12 años, y ahora, en 2023, va siendo hora de que nos hagamos las preguntas decisivas.

¿Quién va a transformar el mercado de la tecnología? ¿Y cuándo lo va a hacer?

Obviamente la tecnología.

Vale, pero ¿qué tecnología?

La Inteligencia Artificial. Y por cierto, ya ha empezado.

Todo va de reducir costes

En los años 80, en la Glorieta de Ruiz Jiménez de Madrid, había una sucursal del Banco Central. Recuerdo ir con mi padre a sacar dinero: rellenabas un papelito con la cantidad, y le dabas la libreta y el DNI a un señor al otro lado de un cristal. Se lo pasabas a través de un cajón con un mecanismo que impedía que dos personas metieran mano a la vez. Luego, el señor revisaba si tenías ese dinero, y metía billetes en el cajón para que los cogieras. Yo mientras me entretenía con uno de esos bolígrafos negros, sujetos con una cadenita (porque la gente roba).

Ese trabajo desapareció con la implantación de los cajeros automáticos, que eran mucho más rápidos, cómodos y seguros. Y sobre todo, que daban dinero a cualquier hora del día, sábados, domingos y festivos. En 2008 llegó a haber más de 60.000 cajeros automáticos en toda España, una maravilla. Y una faena para los cajeros-persona, que se quedaron sin trabajo, claro.

Luego pasaron a cerrarse oficinas bancarias. Hacer operaciones por internet o directamente por el móvil es mucho más cómodo, lo haces desde casa, sin esperar una cola. En 2008 llegó a haber más de 46.000 sucursales bancarias en España, hoy hay menos de 19.000 (como en 1976).

Pasa igual con los call centers. Ninguna empresa dice abiertamente que le dan igual sus clientes, y que hará lo posible para que desistan en la reclamación de sus derechos. Basta navegar un rato en LinkedIn para leer cómo cualquier empresa se declara “customer centric”, o sea, que ponen “al cliente en el centro”, pero ¿en el centro de qué? Cada vez un cliente con un problema usa la salida de “quiero hablar con un agente” porque se ha perdido el diálogo de un IVR [3] o de un chatbot, se demuestra que, como clientes, no estamos en el centro.

Un cliente pensaría que estar en el centro es llamar a un sitio, contarle tu problema a alguien y que lo resuelva. Escuchar que ante tu problema, ese alguien dice, “no se preocupe”.

Empty Call Center

¿Pero dónde está todo el mundo?

¿Quién pensaría que un cliente con un problema quiere escuchar una locución que le invita a volver a decir más claro el motivo de su consulta?

Alguien que prefiere ahorrar dinero.

A la hora de la verdad, cuando una empresa decide (como si las empresas pudieran tomar decisiones, eso no existe, son las personas que trabajan en las empresas las que las toman) que va a eliminar un proceso humano y sustituirlo por un robot o un agente virtual, está usando una ecuación en la que el coste (o sea, lo que se paga) importa más que el servicio (o sea, lo que se hace a cambio de lo que se paga).

Y eso es así porque la Primera Ley dice que con un coste lo suficientemente bajo, cualquier nivel servicio es rentable.

Recordemos que las empresas están para ser rentables.

Montar una empresa y pagar todos los meses religiosamente las nóminas es una complicación, pero se hace porque es la mejor forma de invertir un dinero.

¿Qué dinero?

El de los costes de operar.

La rentabilidad de una empresa tiene que ver con el resultado del dinero que ingresa menos el dinero que le cuesta conseguirlo.

El día que salga más rentable meterlo en la Cuenta Naranja, se acabó la empresa.

Creo que esto es sencillo de entender. Hay personas idealistas que consideran que la tecnología habilita nuevas formas de conseguir ingresos. Y es verdad.

La Segunda Ley dice que a igualdad de costes, si aumentan los ingresos, aumentan la rentabilidad.

Lo que pasa es que, bueno.

En un presupuesto hay una variable que es imaginaria, y otra que es real, como un puñetazo en la cara.

Puedes poner en tu hoja Excel los ingresos que te dé la gana. Te puedes inventar que vas a crecer un 19% mensual. Que los ingresos se van a concentrar antes del verano, y en el último trimestre. Que van a venir de determinadas líneas de negocio, en no sé qué países. Todo eso es un objetivo.

Algo que trabajarás para conseguir.

Algo que no tienes ni idea de si va a pasar o no, lo sabrás al acabar el mes/trimestre/semestre/año.

Pero la parte de los costes. ¡Ay!

Esa parte es real.

Esa parte te dice cada mes lo que te cuesta que tu empresa funcione sin importar lo que ingrese. Es más, lo sabes el 1 de enero de cada año.

El Director Financiero sabe el día 1 de enero toda la pasta que va a necesitar mover para que la empresa opere.

¿Por qué las empresas siempre quieren reducir sus costes? Porque la Tercera Ley dice que a igualdad de ingresos, si bajan los costes, aumenta la rentabilidad.

Ocurre lo mismo desde el punto de vista de las Operaciones. La idea de la eficiencia obtenida con la reducción de costes es la base del modelo Plan-Check-Do-Act [7] y los principios de la Mejora Continua y Calidad Total de Deming [8], que se propusieron en los años 50 y que se siguen estudiando en las Escuelas de Negocio.

Reducir costes es una decisión que actúa sobre un dato real, conocido de antemano, cuyo impacto se puede medir mes a mes y que redunda en la eficiencia. Es una decisión racional.

Bien. La primera reflexión que quería compartir es que los gestores de una empresa, siempre que puedan, tomarán la decisión racional de intentar reducir sus costes.

Programadores en la niebla

Lo que nos lleva a la segunda reflexión. ¿Qué ha pasado en el mercado de la tecnología?

Han pasado cosas maravillosas. Los que empezamos a trabajar a finales de los 90 hemos visto unas cuantas.

Los informáticos de mi quinta leíamos a Douglas Coupland cuando escribió Generación X y Microserfs a principios de los 90 (el artículo original sigue publicado en Wired [4]), también hemos visto “Trabajo basura” [5] que es del año 99, y “The IT Crowd” [6] que es del 2006.

Contextos donde los profesionales de la tecnología digital son personas alienadas en trabajos que no les satisfacen, en organizaciones que no les consideran personas sino “recursos” (como una impresora o un ordenador portátil), mal pagados y sin reconocimiento social, estigmatizados como “freakies”.

Entre medias hemos visto la “Burbuja de las Puntocom” [9]. El contexto opuesto. Caracterizado por una demanda de profesionales que supera la oferta, que hace que se disparen los sueldos y los paquetes retributivos, mejoren las condiciones de trabajo, y el prestigio social.

Sabemos que la Burbuja de las Puntocom terminó con la Crisis de las Puntocom, y eso trajo un ciclo de destrucción de empleo, bajada de condiciones, ajustes y demás en el mundo de la tecnología, que trae de vuelta empleos alienantes con los que hacer una comedia como “The IT Crowd”.

Developers in the Mist

Nunca olvides a esos programadores en la niebla

Llevamos más de 12 años en la bonanza de la Transformación Digital: la tecnología como motor del cambio en todos los sectores.

Eso ha dado lugar de nuevo a un exceso de demanda: todas las empresas necesitan desarrolladores. Hasta el punto en que la relación entre empleador y empleado se desequilibra hacia el lado del empleado.

No hace falta estar en el mundo de la tecnología para ver que lo que ocurre hoy en día no es normal.

¿Comparado con qué?

Comparado con lo que ocurre en el resto de la sociedad.

Haz unas cuentas rápidas con la Guía Salarial de Hays 2023 [10], el Informe de Tendencias Salariales de Randstad Research [11], el Estudio de Remuneración 2023 de Michael Page [12] y el informe de Salarios en tecnología de Manfred [13]. Verás que un desarrollador que programe en JAVA y tenga de 5 a 10 años de experiencia, cobra de media 52.000€.

Con este dato, podemos hacer dos cosas. La primera, saber cuánto le cuesta a la empresa, es decir, obtener la certeza de lo que se va a pagar por tener a esa persona en plantilla: 68.718€ con la calculadora de coste empresa de Factorial [14]

La segunda es saber cómo se compara ese salario con la realidad económica de España. El comparador de ElDiario.es [15] con datos de la Agencia Tributaria de 2021 dice que una persona con entre 5 y 10 años de experiencia (si empezó a trabajar con 24 años tiene entre 29 y 34) y que cobra de media 52.000€ está en el percentil 93.

Es decir, el 93% de los españoles ganan menos. Por edad, se sitúa en el 5% de los españoles que más ganan.

Estar en el percentil 93% o en el 95% no es lo normal.

La Inteligencia Artificial nivela asimetrías

Porque tampoco es normal es un contexto donde el que el ofrece el empleo está en desventaja sobre la persona que lo acepta. Al fin y al cabo, el que ofrece el empleo es el que asume el riesgo.

El riesgo de saber que tiene que pagar a la persona (parte real de la cuenta de resultados) con la esperanza de que ese dinero invertido en la persona le genere beneficio (parte imaginaria de la cuenta de resultados).

Lo veo indeseable para el que asume el riesgo.

En un ciclo como el que vivimos, los empleados tienen más opciones que los empleadores. Pueden elegir. En el mundo de la tecnología están los salarios en los percentiles más altos de las tablas. También todo tipo de beneficios, desde teletrabajo, ayudas para idiomas, formación certificada, más días de vacaciones, medidas para fomentar el bienestar personal y mental. Hay empresas como Good Rebels que han implantado la jornada laboral de 4 días [16]

¿Para qué?

Para aumentar las opciones del empleador. O sea, para conseguir atraer personas.

No sólo atraerlas, también a ser posible para que se queden.

A cambio, las personas que trabajan en áreas de Personas, Talento y Cultura manifiestan lo difícil que es contratar. En general, transmiten la asimetría externa del empleado con más opciones que el empleador, y la asimetría interna que se crea en una organización donde unas personas tienen unas condiciones, y otras personas, el resto, tienen otras.

Orgchart

La asimetría en una empresa cae desde arriba

La asimetría es lo peor que hay en una empresa, es uno de los principales factores para hundir su cultura. Significa que las personas no son iguales ni tienen los mismos derechos y obligaciones. Hay un pequeño grupo con un privilegio por ser “más necesarias” para el negocio, y eso transmite al resto el mensaje inequívoco de ser “menos necesarios”.

A nadie le gusta que le recuerden que es menos necesario.

Sabéis que yo no soy especialmente fan de Elon Musk pero lo expresó en junio de 2022 [17] cuando dijo que los empleados de Tesla debían pasar al menos 40 horas de trabajo a la semana en la oficina, que es “menos de lo que se pide a los empleados de las fábricas”.

Por una parte tenemos empresas, que aplican de manera racional y sistemática la reducción de costes; y por otra, una asimetría entre oferta y demanda, que hace que los empleadores tengan menos opciones y que los empleados estén en los percentiles más altos de los salarios, con mejores condiciones que el resto de sus compañeros.

Me pregunto si habrá alguna tecnología que amplifique y mejore las capacidades y la productividad de las personas.

Una tecnología que pueda equilibrar la balanza del lado de la empresa.

¿Por qué del lado de la empresa?

Porque el empresario es el asume el riesgo. Es el que paga.

Y el que paga elige.

Si tiene opciones.

Mi pronóstico es que va a llegar un día, además va a ser pronto, lo mido en meses por no decir semanas, en el que la Inteligencia Artificial, que diseña, programa, compila y depura, y tiene un fee mensual en torno a los 10$ va a hacer que un programador con menos de 2 años de experiencia pueda tener un rendimiento equivalente a la de otro con entre 5 y 10.

Se que habrá mucha gente que pensará “¡Claro! Y uno de entre 5 y 10 la capacidad de otro de entre 10 y 15”.

Es que esa no es la cuestión.

Lo cierto es que un día, un empresario podrá elegir entre una persona que según los informes de antes tiene un sueldo medio de 30.600€ y le cuesta 40.537€, y un fee mensual de 10$; y otra que le cuesta un 70% más.

Decisiones equivalentes a las de instalar cajeros automáticos, cerrar oficinas o poner robots en call centers.

¿A quién va a elegir de forma racional, pensando en la eficiencia y la rentabilidad?

Temo que esta vez, la tecnología se va a volver en contra de los técnicos.

Redux

Una versión más ligera de este artículo se publicó en Ethic el 19 de octubre de 2023.

Referencias

[1] https://www.wsj.com/articles/SB10001424053111903480904576512250915629460

[2] https://www.goodreads.com/book/show/22616127-exponential-organizations

[3] https://en.wikipedia.org/wiki/Interactive_voice_response

[4] https://www.wired.com/1994/01/microserfs/

[5] https://www.imdb.com/title/tt0151804/

[6] https://www.imdb.com/title/tt0487831/

[7] https://deming.org/explore/pdsa/

[8] https://deming.org/explore/fourteen-points/

[9] https://www.investopedia.com/terms/d/dotcom-bubble.asp

[10] https://guiasalarial.hays.es/

[11] https://www.randstadresearch.es/tendencias-salariales-2023/

[12] https://www.michaelpage.es/prensa-estudios/estudios/estudios-de-remuneracion

[13] https://www.getmanfred.com/blog/salarios-en-tecnologia-2023-espana

[14] https://factorialhr.es/calculadora-coste-trabajador

[15] https://www.eldiario.es/economia/comparador-salarios-espana_1_10548632.html

[16] https://www.goodrebels.com/es/rebelthinking/un-ano-trabajando-4-dias-a-la-semana-que-dicen-los-datos/

[17] https://www.theverge.com/2022/6/1/23149784/elon-musk-tesla-remote-work-leaked-email-40-hours

De la Voluntad y la Intencionalidad en Ciencia y Tecnología

Tiempo de lectura: 29 minutos 😅

«La tecnología no es buena ni mala, depende»

Estoy seguro de que habrás notado cómo, cada vez que un nuevo informe o paper explica el impacto que tiene en la capacidad cerebral de los menores la adicción al TikTok, o cuando se informa de los trastornos en la alimentación o la personalidad que crea en las adolescentes la cultura de like de Instagram, alguien dice esa idea naïf de que “la tecnología no es buena ni mala, depende del uso que se hace de ella”.

Quizá tú lo pienses.

He usado a propósito la palabra «naïf» precisamente por su sentido de ingenuidad intencionada. Ingenuidad, porque es un pensamiento simplista, tal vez fruto de haber hecho poca reflexión. Intencionada, porque uno siempre se queda con la sensación de que este tipo de mensajes suelen ser auto-exculpatorios.

El 15 de septiembre de 2023, la Irish Data Protection Comission impuso una sanción [0] de 345 millones de euros a TikTok porque su gestión de la privacidad de los menores incumple el GDPR. En particular: la verificación de edad durante el proceso de alta; las cuentas de menores estaban abiertas al público por defecto; no se informaba de esto de manera transparente a los menores; y no implementaba la seguridad adecuada para los riesgos que corre un menor de 13 años con su cuenta abierta al público en TikTok

Y, sobre todo:

“TikTok implementeddark patterns’ by nudging users towards more privacy-intrusive options during the registration process, and when posting videos.” [0]

Implementar Dark Patterns. Por si no lo sabes, se refiere a un patrón en la experiencia de interacción diseñado intencionalmente para que los usuarios tomen decisiones que pueden ser perjudiciales para sus intereses.

Pero no para los de los creadores del sistema.

Lo primero que tienes que saber sobre este ensayo es que tratará sobre la Intencionalidad, y cómo la Intencionalidad responde a una Voluntad. A la de alguien, nunca a la de algo, porque un algo no tienen Intencionalidad.

Empecemos por el principio. ¿Menores en Tiktok? En España, no está permitido que un menor de 14 años se dé de alta en una red social. La UE establece el límite en los 16, pero permite a cada país que fije sus propias normas. Show Chew, CEO de TikTok, afirma [1 ] que la plataforma por defecto fija en 60 minutos al día el límite de uso para los menores, pero admite que ese límite se puede desactivar por configuración; o que no tienen mecanismos para impedir que menores se den de alta; o que construir una plataforma segura [2] para menores no es sólo un reto de TikTok, también le pasa al resto de la industria…

Mensajes auto-exculpatorios.

¿La responsabilidad de lo que pasa en TikTok no es de lo que permite hacer la plataforma, sino de las personas a las que le das la plataforma?

Pues nos parece normal decir eso cuando hablamos de TikTok, de Facebook, o de Twitter, del Zuckerberg o el Musk de turno. Empresas y personajes que hemos convertido en aspiracionalmente relevantes, y que se siguen poniendo de ejemplo en Escuelas de Negocio. Como ejemplo de innovación, de atrevimiento, de crecimiento de usuarios, de acceso a capital, de beneficios… cuando en realidad deberíamos tenerlos como ejemplos de Voluntad e Intencionalidad, y sacar conclusiones sobre ello.

¿De quién es la responsabilidad de la destrucción de Hiroshima? ¿Será de los científicos que investigaron con éxito la bomba? ¿O de quiénes las ensamblaron bien y entonces “funcionaron bien”? ¿O del piloto que en lugar de perderse, guió el avión a su destino? ¿O del Mayor Ferebee, que apretó el botón sobre el objetivo?

No, en este caso lo tenemos claro.

Dos personas asumieron esa responsabilidad. Oppenheimer, de investigarla, diseñarla y hacerla posible. El presidente Truman, de lanzarla sobre Japón. Ya lo dijo el propio Oppenheimer. Se había convertido en el Destructor de Mundos.

En toda transferencia tecnológica hay un proceso de diseño, que responde a un objetivo, y durante el que se toman decisiones. En ese punto surge la responsabilidad.

¿Desde dónde surge?

Desde la Voluntad.

En este ensayo voy a utilizar Intencional como antónimo de Neutral. Se que el antónimo de “neutral” es “parcial”, pero me gusta “Intencional”. Podríamos decir que la tecnología es “parcial” porque alguien toma partido, elige una opción transformadora de la realidad. Aun así, me parece más apropiada la palabra “Intencional” porque creo que pone de manifiesto que esa parcialidad de la tecnología responde a un motivo, a una Intención que ha sido creada por una Voluntad. Esos términos, Intencionalidad y Voluntad, los escribo con mayúsculas porque en torno a ellos debemos desarrollar una Ética tecnológica.

Así, podemos usar la palabra Intencional para referir el hecho objetivo de implementar dark patterns para que los menores no tengan sus cuentas de TikTok abiertas como hemos visto antes. O para referir que Elon Musk despida a la mayor parte del equipo que se encarga de cortar la publicación de contenidos relacionados con el abuso sexual a menores [3] y lo reemplace por un algoritmo; porque esa decisión tiene una intención y unas consecuencias.

Consecuencia: reducción de costes.

Consecuencia: material de abuso sexual a menores disponible durante meses en la plataforma [4].

Y eso que hay herramientas que identifican los patrones en estas imágenes, y los difunden hacia las redes para que éstas automáticamente los moderen. Pues nada oyes, con tanto despido, no funcionaban.

No me digas que usar  “intencionalidad” no eleva la descripción del fenómeno.

Personalmente, no creo que Elon Musk quiera que se distribuya pornografía infantil por twitter, lo que sí creo es que entre reducir costes para mejorar el EBIDTA, o seguir invirtiendo en vetar la pornografía infantil, lo tiene claro.

Ese es el ejemplo que tendríamos que dar en las Escuelas de Negocio.

Sé Truman. Sé Oppenheimer. Asume la decisión de priorizar costes sobre pornografía infantil.

Espera. O mejor aún.

Asume la decisión contraria, que igual es la correcta.

Oppenheimer desnudo en una silla

Es hora de desnudar a la Tecnología

Es curioso que haya personas que sigan defendiendo como paradigma del éxito al magnate sudafricano (hecho a sí mismo en la ciudad Esmeralda [5]) cuando se auto-exculpa de las consecuencias de sus decisiones intencionales; y en cambio como europeos, nos produzca indignación casi unánime que cada vez que hay un ataque con armas de fuego en un colegio de USA, salga un miembro del GOP, de la NRA o del propio Trump, diciendo que “no es necesario mayor control de las armas, sino volver la mirada a Dios” [6] o que “un profesor armado podría poner fin a un ataque muy rápido” [7], o nos llevamos las manos a la cabeza cuando hay empresas que crean un modelo de negocio de bunkers portátiles para escuelas [8].

Efectivamente, dirás, es que no es la misma relación causal entre Intencionalidad tecnológica y consecuencias. Que no es lo mismo la Bómba Atómica que las redes sociales.

Que todo es relativo.

El relativismo no es algo que exista únicamente en la filosofía, ni aplica sólo a nuestra visión de la ética tecnológica, es uno de los conceptos esenciales y más transformadores de la historia de la ciencia, y clave en la mecánica cuántica.

Y de ciencia, tecnología, mecánica cuántica y relativismo (moral y científico) va «Oppenheimer». Es una película que además de interesante, y candidata a llevarse una buena pila de premios y reconocimiento, es un contexto ideal para hablar de Filosofía de la Ciencia, y de la Neutralidad de Ciencia y Tecnología.

Ciencia es Conocimiento

No se tú, pero yo a veces tengo la sensación de que hay personas que usan la palabra “ciencia” y la palabra “tecnología” como si fueran intercambiables, y no.

Hay muchas definiciones de Ciencia, prácticamente cada diccionario, cada universidad y cada agencia científica tiene la suya. Algunas hacen más énfasis en el objeto de estudio (el mundo físico, el mundo conocido, el mundo real..), el objetivo (encontrar conocimiento, definir leyes…), otras en la utilidad de ese conocimiento (explicar, predecir…), otras en cómo se obtienen las evidencias (por la observación de fenómenos, por la experimentación…), etc.

En general, sacando factor común, podemos decir que “ciencia es la disciplina que busca el conocimiento fiable del mundo, a partir de la experimentación y los hechos objetivos”; y esa definición nos deja a todos más o menos tranquilos, podemos aceptarla, y además reconocer que la ciencia, en principio, tiene que ver con el conocimiento y, por tanto, no con la intervención. Intervención en el mundo que estudia, me refiero.

Como tiene que ver con el conocimiento, con “lo que es”, debe ser objetiva. Por eso se defiende la neutralidad de la ciencia. Es epistemológica, busca el conocimiento como fin en sí mismo, y a partir de él, explicar el mundo, predecir lo que ocurrirá, o descubrir lo que ha ocurrido.

Obviamente, no todas las ciencias tienen ni la misma facilidad objetiva, ni la misma capacidad predictiva, sobre todo las ciencias sociales (y si no, que se lo digan a Feijóo [9]). En las “ciencias duras”, hay unas leyes, expresadas a través de fórmulas que nos permiten saber con exactitud qué pasa si le pego una patada a una pelota, según como se la pegue, según cómo sea la pelota, según el viento que haya, etc. Eso es objetivo y por tanto neutral. Otras ciencias, como las sociales, pueden estar sujetas a subjetividad, ahí están las visiones enfrentadas del positivismo contra la hermenéutica. Cuando se hace una explicación de fenómenos como la especulación masiva en criptodivisas o la ablación femenina, es complicado que el observador se desligue subjetivamente de lo observado. Sin embargo, la idea de que hay corrientes positivistas que intentan explicar los fenómenos sociales desde la objetividad, nos hace pensar que esa sea, efectivamente, una de las características esenciales de la ciencia para serlo.

De hecho, todo el concepto del racionalismo gira en torno a la idea de que debe existir algo, la razón, que nos permita encontrar la verdad de algo, con independencia de quién lo valore.

“Verdad” y “razón” son conceptos complicados desde que Platón empezase a hablar sobre ellos hace dos mil quinientos años. Tradicionalmente, se espera de un científico que sea neutral, porque su misión es describir cómo es el mundo, no cómo le gustaría que fuese. Y debe ser objetivo, porque la filosofía europea, desde la Grecia de Epicuro, nos dice que las emociones se oponen a la razón porque la ofuscan. Por tanto, para hacer ciencia hay que dejar de lado las emociones. Las observaciones, los experimentos, las fórmulas…, todo debe ser comprobable con independencia de quién lo formule o quién lo valide para poder establecer una Ley, a ser posible universal. O sea, que se cumpla siempre y en todos los casos.

Para hacerlo, se sigue el Método Científico, que busca la objetividad por diseño. Es decir, que se ha diseñado para ser objetivo. Por eso hablamos de observaciones, de experimentos pensados para que se puedan repetir, de hipótesis que se quieren validar, de formulaciones matemáticas de leyes para que no se puedan malinterpretar ni se pierda su significado en traducciones, de revisión por pares, de publicaciones donde se han validado, de refutaciones, etc., y ese es el modelo tradicional de hacer la ciencia.

Retrato de Francis Bacon

Todos los científicos están a un grado de separación de Francis Bacon

Durante muchos años, sólo Hume y los empiristas pusieron en duda el modelo de la ciencia, cuando expusieron el llamado “problema de la inducción”. Tiene que ver con la forma en que establecemos conclusiones que decimos verídicas en el futuro, a partir de observaciones que hemos visto en el pasado. Para Hume:

no existen argumentos demostrativos para probar que los casos de los que no tenemos experiencia se asemejen a aquellos de los que tenemos experiencia” (Hume) [10]

Lo que le lleva a concluir que

cuando la mente pasa de una idea o impresión de un objeto, a la idea o creencia de otro, no está determinado por la razón, sino por ciertos principios que asocian entre sí las ideas de estos objetos, y las unen en nuestra imaginación” (Hume) [10]

Durante un par de siglos el único problema de la ciencia era si podíamos ser racionalistas o empiristas, si nuestras leyes eran suficientes o no para declarar la superioridad epistémica de la ciencia como disciplina para adquirir conocimiento, sobre la fe o la metafísica. La neutralidad del científico no era un problema en sí misma, hasta que llegó lo que se conoce como “Big Science” y entonces todo empieza a cambiar un poco.

En «Oppenheimer» se explicita claramente este cambio, porque vemos a los científicos salir de las Universidades y entrar en las bases militares.

A partir de aquí, sabemos que al problema de la inducción le unimos el problema de la neutralidad. Porque esto de la neutralidad tal vez tampoco sea del todo cierto.

En los años 60 Kuhn desarrolla el concepto de Paradigma [11] para explicar que los científicos, como personas, asumen cierta forma de pensar, ciertas ideas, ciertos supuestos previos, ciertos ámbitos de interés hacia los que dirigir su mirada… A ese contexto en el que se juntan valores, conceptos, métodos, supuestos y demás, es a lo que Kuhn llama Paradigma. Los científicos que trabajan dentro de un mismo Paradigma comparten este contexto.

Concluimos esta parte dejando claro que la ciencia busca el conocimiento objetivo del mundo, y que en ese punto hay un riesgo de la subjetividad del científico como humano. La superioridad epistémica de la ciencia frente a otras formas del saber se sustenta tradicionalmente en torno al método científico, su objetividad, y su capacidad enunciativa de leyes que permiten la explicación y la predicción.

Pero hay un doble riesgo de subjetividad en la ciencia: el de los científicos-personas que imaginan leyes en su cabeza como diría Hume, y el de los científicos-miembros activos que investigan condicionados por lo que se acepta en un Paradigma.

Tecnología es Intervención

Por otro lado, tenemos a la tecnología. Tradicionalmente se traduce el griego technê como producción, arte o artesanía; en el periodo clásico, se asimila al concepto de la práctica por la cual el artesano, con su conocimiento, transforma la physis. Parece que es a partir de Aristóteles cuando se establece esa diferenciación entre la episteme como conocimiento, y la technê como intervención a partir del conocimiento verdadero [12]

La intervención en el mundo desde el conocimiento no viene del lado de la ciencia, la ciencia aporta la explicación o la predicción. La intervención viene más del lado de la tecnología, pues está relacionada con la acción. Tecnología combina la technê y el logos [13], lo que nos hace pensar en el arte de producir cosas con instrumentos a partir del conocimiento; y por otra parte en la palabra o la razón, y de ahí tenemos la tecnología como se define en varios diccionarios:

  • “teorías y técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico” para la RAE.
  • “the practical application of knowledge” para el Merriam-Webster, o
  • “the practical, especially industrial, use of scientific discoveries” para el Cambridge Dictionary o
  • Wissenschaft von der Umwandlung von Roh- und Werkstoffen in fertige Produkte und Gebrauchsartikel, indem naturwissenschaftliche und technische Erkenntnisse angewendet werden“ [13] para el Duden.

Y la verdad es que me vienen muy bien estas definiciones, porque son las que habitualmente tenemos a mano, y porque se quedan muy cortas, no van demasiado lejos que digamos. Son definiciones que evitan el concepto de la intervención (que es Intencional y responde a una Voluntad como hemos dicho) y eso para mí es fundamental: precisamente por lo que dejan fuera (la tríada Intervención-Intención-Voluntad si la vemos desde lo creado, o Voluntad-Intención-Intervención si lo vemos desde el creador) es por lo que alguien puede caer en la trampa de declarar la neutralidad de la tecnología.

Me gusta la “escalera” que hace Miguel Ángel Quintanilla, Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Salamanca, en el que en cada peldaño explicita el paso de “técnica” a “tecnología”. Quintanilla habla [15] de:

  • la técnica, como una realización cultural de carácter abstracto, que tiene diversas realizaciones o aplicaciones.
  • la realización técnica, como un sistema de acciones humanas intencionalmente orientado a la transformación de objetos concretos para conseguir resultados valiosos
  • y la realización tecnológica como una realización técnica industrializada, vinculada a la ciencia, que persigue conseguir resultados valiosos de manera eficiente.

No existe la neutralidad de la tecnología, por definición de tecnología.

Pero no por la definición de los diccionarios, sino por la definición filosófica del término. Obsérvese cómo la palabra Intencionalidad aparece antes que la palabra “valor”, “industria”, “ciencia” o “eficiencia”. Claro, es que la Intencionalidad, es previa. La Intencionalidad responde a la Voluntad: primero existe la voluntad de un ser humano de transformar, de intervenir, y esa voluntad se transmite hacia aquello fabricado o intervenido a través de la tecnología. Decía Schopenhauer que:

«El mundo es mi representación (…) pues por muy inmenso y sólido que pueda ser, su existencia pende de un único hilo: la conciencia de cada uno, en la que se asienta» Y añade  “los objetos son la voluntad hecha representación” (Schopenhauer) [15]

O sea que el mundo es lo que yo percibo del mundo y lo que quiera hacer de él. ¿Cambia esta idea tu visión de Elon Musk, de Zuckerberg, de…?

Retrato de Arthur Schopenhauer

Schopenhauer era un pesimista con Voluntad

La tecnología tiene como misión en sí misma la Intervención, y por tanto, tiene Intencionalidad. Se utiliza el conocimiento científico con Voluntad para producir una transformación, y eso responde a un propósito que no es epistémico, es… otra cosa.

Esta idea idea de la escalera de la técnica nos puede servir también para ilustrar un ejemplo de la Intencionalidad de la tecnología.

  • Puedes hacer una tecnología que permita hacer el encoding y comprensión de un vídeo.
  • Puedes hacer una tecnología que permita la difusión de ese vídeo a otras personas.
  • Puedes hacer una tecnología que permita a las personas registrar su reacción a un vídeo que se les ha compartido.
  • Puedes hacer una tecnología que registre esas reacciones, analice los vídeos a los que corresponden, y busque patrones en vídeos similares.
  • Puedes hacer una tecnología que permita ver qué tienen en común las personas que responden a determinados vídeos…

Y en cualquiera de esos pasos puedes inventarte un modelo de negocio, hacer estimaciones de ingresos, y por tanto, plantear cómo alguien se va forrar. Es decir, que en cada caso, se puede diseñar la tecnología con una intencionalidad.

Es cierto, también se puede usar tecnología con otra intencionalidad, que puede no ser coincidente con la de su creador, así que habrá que pensar en qué se ha tenido en cuenta durante el proceso de diseño.

Supongo que en esta frase empiezan las incongruencias; se cuela el lenguaje para contaminar la realidad.

«Los límites de nuestro lenguaje limitan nuestra concepción del mundo», dijo Wittgenstein. Hay que tener mucho cuidado con el lenguaje, hay que ser muy responsables en el uso del lenguaje.

¿Cómo que la tecnología “se hace”?

¿Cómo que algo “se ha tenido en cuenta”?

Creo que es importante en este tipo de debates no decir que la tecnología “se hace”.

La tecnología no es reflexiva, no se hace a sí misma [17]

La tecnología la hacen las personas, la diseñan las personas, a partir de su Voluntad, con un propósito Intencional. Es un tema serio, y por eso hay que ser serios con el lenguaje.

Una de las líneas de reflexión que me apunto es escribir sobre la Intencionalidad de las personas que piensan la tecnología, y la de las personas que la construyen para los anteriores. Obviamente, también de quiénes la usan. Me parece interesante que una persona pueda trasladar la Voluntad de su visión, su Intencionalidad, a otros, que sin necesariamente tenerla, aceptan llevarla a cabo. Prestan su conocimiento y su trabajo a construir la Voluntad de otro. No digo que sea algo exclusivo de nuestros días, me parece algo interesante sobre lo que pensar, sobre todo en el caso de personas que tienen opciones. Esto también se recoge en Oppenheimer, cuando vemos cómo algunos científicos dudan, se debaten, sobre si participar o no en el proyecto Manhattan, porque no están seguros de querer sumarse a esa Voluntad.

¿Hay Neutralidad en la Big Science?

«Oppenheimer» gira en torno a varios fenómenos históricos, todos ellos muy relevantes, y al hacerlo, nos deja entrever otro que subyace a toda la película, y es el salto de la “ciencia” a la Big Science que hemos comentado.,

El proyecto Manhattan se suele usar como ejemplo para ilustrar la idea de la Big Science; una ciencia que sale de las Universidades y Centros de Investigación a grandes complejos o laboratorios, de la mano de los Estados y el Ejército. No solo de la mano, también del bolsillo. Grandes presupuestos permiten grandes proyectos de investigación, grandes montajes experimentales, grandes equipos de trabajo.

En este punto es cuando empieza a ser más patente que existe una Intencionalidad investigadora, puesto que hay una inversión sin precedentes que hacen los Estados y/o los Ejércitos (como si fuesen algo distinto), y se hace con un objetivo que no es necesariamente epistémico, sino que ahora tiene que ver con la ventaja competitiva de las naciones, se mida eso como se mida.

El conocimiento ya no es el fin, es el medio para conseguir el fin. Pero aparece antes el fin que el medio. Obsérvese que no es lo mismo investigar la fisión nuclear, descubrir la reacción en cadena, y deducir que se puede hacer una bomba; que decidir que se quiere hacer una bomba, y poner a gente a investigar cómo. Pero bueno, nunca sabremos si el estribo se inventó porque alguien quería una forma de que los jinetes pudieran tener mejor apoyo para golpear al enemigo, porque equilibrarse para disparar una flecha, o porque quería controlar mejor a su caballo [18]

En el caso del Proyecto Manhattan, sigue habiendo un objetivo epistémico: el conocimiento, eso está claro; sin embargo, el diálogo a partir de la publicación del paper de Otto Hahn y Fritz Strassmann [19] es revelador: los alemanes han demostrado que es posible la Fisión Nuclear. Joliot-Curie y Fermi-Slizard habían establecido la hipótesis de la reacción en cadena por diferentes caminos. A partir de ahí, Einstein y Slizard escriben [20] al presidente Roosevelt para comunicarle que objetivamente se ha verificado que el uranio enriquecido puede ser usado como fuente de energía; que objetivamente se está trabajando con la hipótesis de iniciar reacciones en cadena; y que probablemente, esas reacciones en cadena podrán generar un nuevo tipo de bomba, de capacidad destructiva sin precedentes.

La carta de Einstein a Roosevelt

La carta de Einstein a Roosevelt está en la Wikipedia

La carta Einstein-Slizard está fechada el 2 de agosto de 1939, Hitler invadió Polonia el 1 de septiembre, y termina especulando lo que se conocería como Uranverein, el proyecto nazi de enriquecimiento de Uranio. Los científicos invitan al presidente a dotar de fondos a los equipos de las Universidades, incluso a buscar financiación a través de contribuyentes privados y laboratorios.

Así que no sólo está la hipótesis de que es conceptual y científicamente posible fabricar una bomba atómica, sino que hay un indicio de que el enemigo está trabajando activamente en ello. La conclusión evidente es que la tienen que construir ellos antes. Hay un objetivo epistémico, “¿se puede liberar la energía atómica con una explosión que active una reacción en cadena?”

A ser posible, sin destruir el mundo.

Y ese objetivo epistémico queda eclipsado, en este caso, por el objetivo militar. No basta con validar una hipótesis, hay que hacerlo antes de que lo hagan otros. El Proyecto Manhattan es un proyecto militar llevado a cabo por científicos.

«Oppenheimer» nos muestra cómo el objetivo militar evoluciona durante el proyecto Manhattan, no así el objetivo epistémico. Cuando es derrotada la Alemania Nazi, termina la carrera por ver quién hace primero la Bomba Atómica: estaba claro que Japón y Rusia no tenían capacidad. El objetivo científico de validar la hipótesis se mantiene, pero cambia el objetivo político: no basta fabricar la Bomba, hay que “enseñarla al Mundo”, evidenciar la transferencia ciencia-tecnología (la capacidad científica y la capacidad de industrialización). “Enseñarla” significa lanzarla, sobre un objetivo que difícilmente será sólo militar, estadísticamente impactará (nunca mejor dicho) en población civil. Algo con lo que tal vez no todos los científicos estén de acuerdo, pero que da igual, pues no son los dueños del proyecto.

Una de las escenas de «Oppenheimer» que más impactante me resulta es cuando se celebra el éxito de la prueba Trinity [21]

¿Qué es lo que se celebra? Obviamente un logro epistémico, una hipótesis que se ha demostrado empíricamente. Pero no se puede desligar la celebración del éxito investigador, de las entre 150.000 y 240.000 personas que murieron [22] por los efectos directos de las detonaciones. A partir de ese experimento exitoso, se ensamblan “Fat Man” y “Little Boy”, la materialización de una aplicación tecnológica que responde a la Voluntad militar. Y luego se lanzan sobre dos ciudades, Hiroshima y Nagasaki, que responden a una Voluntad política.

La otra escena impactante es que, una vez que se han ensamblado los dispositivos, los científicos dejan de ser relevantes. Nadie les informa de cuándo se toma la decisión, se enteran por la radio. Dejan de ser útiles. De hecho, aquellos a los que se ha pasado por alto su filiación izquierdista, vuelven a ser puestos en entredicho. La película muestra la persecución a Oppenheimer, defensor de la Teoría de No Proliferación, contraria a las posturas de “los halcones”.

La Intencionalidad del científico

Si la ciencia y el Método Científico son neutrales, lo que tenemos claro es que las personas no lo son. Tenemos nuestras inquietudes, nuestros sesgos, nuestras simpatías, nuestras visiones del mundo, y de lo que está bien o mal. Tenemos una ética. O no. ¿Tiene algo que ver la subjetividad del científico con la ciencia?

Ya hemos visto que Hume afirma que la inducción ocurre en la imaginación del científico, y eso no puede ser más subjetivo. Y Kuhn dijo que los científicos forman parte de una sociedad, y esa sociedad tiene sus propios sesgos.

Los neopositivistas querían superar la inducción creando modelos universales de explicación científica [23], en los que un término observacional tiene un significado en sí mismo, y puede ser formulado independientemente de las teorías que sobre él se establezcan y lo expliquen. Este principio de estabilidad del significado es una de las bases de la objetividad de la ciencia.

Por eso me resulta interesante la tesis de Feyerabend cuando pone en duda la neutralidad del científico, al decir que su subjetividad es clave para el progreso de la ciencia. Para Feyerabend, los hechos no tienen una explicación en sí mismos, sino a través de una teoría que es la que les da sentido. Así, un mismo hecho, como la observación de la salida y la puesta del Sol, puede explicarse desde el geocentrismo durante miles de años, o desde el heliocentrismo. Esta tesis cambia el orden tradicional: no es el hecho observado el que llama la atención del científico, que establece una teoría para explicarlo (el hecho antecede a la teoría que lo explica); es la teoría la que explica el hecho, la que lo convierte en una observación relevante. Su Thesis I dice:

la interpretación de un lenguaje observacional está determinada por las teorías que usamos para explicar lo que observamos, y esta cambia tan pronto como aquellas teorías cambian” (Feyerabend) [24]

El hecho es el mismo, la observación es la misma, sin embargo, hoy sabemos que es la Tierra la que orbita alrededor del Sol. Esta nueva verdad objetiva, esta realidad, se debe a la Voluntad de Galileo, su interpretación que cuestiona el orden Ptolemaico, lo que hace que hoy tengamos una visión heliocentrista del Sistema Solar.

Que de un mismo hecho “la salida del Sol” se puedan deducir dos visiones del mundo tan dispares es entre otras cosas lo que permite a Feyerabend lanzar su “anarquismo metodológico”:

Sólo hay un principio que puede defenderse bajo cualquier circunstancia y en cualquier estado del desarrollo humano. Es el principio de: Todo vale”. (Feyerabend)

Y afirmar que el éxito de las teorías científicas y su “imposición” sobre otras a las que refuta, no se debe tanto a lo cerca o lejos que están de “la verdad”, sino a la capacidad argumentativa de sus defensores sobre sus detractores. Como más tarde diría:

Uno de mis motivos para escribir Contra el Método era liberar a la gente de la tiranía de filósofos ofuscadores y conceptos abstractos como “verdad”, “realidad” u “objetividad”, porque estrechan su visión y forma de estar en el mundo.” [25]

Imagen de Paul Feyerabend

All work and no play makes Paul a dull boy

Luego Feyerabend llega a decir que la superioridad epistémica de la ciencia es algo que elegimos creernos, y que por lo que a él respecta, no había nada que permitiese elegir objetivamente entre la ciencia y otras formas de conocimiento como la astrología, la medicina alternativa o el voodoo.

Muy fuerte.

Me gustaría cerrar este capítulo con dos reflexiones. La primera es que hay un célebre artículo de la revista Science en el que se califica a Feyerabend como “el peor enemigo de la Ciencia” y “traidor a la verdad” [26] por reflexiones como esta.

Y la segunda. Maldita sea, volvemos a Aristóteles en su crítica al relativismo moral de los sofistas, y a su capacidad de usar la retórica para defender los argumentos de aquellos que participaban en el gobierno de la polis. Hemos pasado de la objetividad de la ciencia, al relativismo científico.

La Relatividad como visión del mundo

El relativismo científico también forma parte del hilo conductor de «Oppenheimer», con apariciones estelares de algunos de los científicos que investigaron y desarrollaron la física cuántica. Niels Bohr, Werner Heisenberg, Albert Einsteinla mecánica cuántica es una revolución sin parangón en la ciencia. Resulta que las partículas a nivel subatómico no se conocen con exactitud, se conocen con una probabilidad, una función de onda que nos dice la probabilidad que tenemos de encontrar una partícula en un determinado instante.

Pero no se vayan todavía, que aún hay más. Además, hay un Observador que interfiere con lo Observado porque lo determina. Como un voyeur que, por el hecho de estar presente, condiciona el mismo acto que está viendo: su presencia en la realidad condiciona la misma realidad que observa. “¿De verdad crees que la Luna no está ahí si nadie la mira?” llegó a preguntar Einstein a Abraham Pais.

Presencia Intencional, Voluntad de observar.

A principios del siglo XX la física deja de ser determinista, Bohr (Kenneth Branagh en la película, qué curioso que en las dos últimas películas de Nolan, Branagh sea quién juega a destruir la realidad [27]) propone el Principio de Complementariedad que combina ambas: antes de hacer el experimento las partículas subatómicas se comportan como ondas según la ecuación de Schördinger; y cuando se hace el experimento, se las puede asignar propiedades como posición y momento siguiendo la ecuación de Born. De manera que, si no se hace el experimento, ¿esas partículas no tienen esas propiedades?

Es la primera vez en la historia de la ciencia que un mismo sistema tiene dos reglas, dependiendo de si hay o no un Observador necesario. No podemos conocer la realidad, sólo aspectos de la realidad.

Esta llamada “interpretación de Copenhague” [28], y todas sus críticas, se hacen para defender el determinismo de la física, la ciencia más “dura” y más “pura” de las ciencias naturales, aquella con mayor capacidad explicativa y predictiva.

Es en este contexto en el que Einstein escribiría a Paul Epstein que «Dios no juega a los dados con el Universo» [29] en su intento por preservar la noción de un Universo determinista, y objetivo; frente a una visión de los antirrealistas que defendía que, en su nivel más bajo y fundacional, el atómico, no existe una realidad determinista. ¿Por eso Einstein pasea cabizbajo y melancólico en sus encuentros con Oppenheimer? Hasta el fin de sus días Einstein negó que la mecánica cuántica fuese una “teoría terminada”.

Si no hay una realidad determinista, si la realidad depende de la persona que la observa, entonces el Observador tiene un papel fundamental en la ciencia. La realidad ya no es independiente de quién la mira, dos personas, con distintas capacidades y competencias, tendrán dos visiones distintas de la realidad.

Y esa es precisamente otra de las cosas que vemos en el trasfondo de «Oppenheimer». No sólo la relatividad y la mecánica cuántica como motor del experimento atómico. También vemos la búsqueda del científico comprometido con una visión del mundo, una visión política. Vemos que no les queda más remedio que tolerar a Oppenheimer, aunque es simpatizante del Partido Comunista, y esto le hace sospechoso. Pero es valioso para el objetivo del proyecto. Conspiran contra él cuando su visión personal del mundo entra en conflicto con la ciertos los políticos.

Habíamos dicho al principio que ciencia es conocimiento, y no intervención. Pero en la mecánica cuántica, no podemos conseguir el conocimiento sin intervenir en el sistema.

La realidad depende del Observador, y por tanto de su Intención, que responde a su Voluntad.

Resulta que no sólo la Tecnología es Intencional.

Parece que en cierto sentido también lo es la Ciencia

Epílogo

Si has llegado hasta aquí, te pido un favor: si algún día te sorprendes a punto de decir que la “tecnología no es buena ni mala, depende del uso que se haga de ella”, párate un momento a pensar en la Intencionalidad y la Voluntad de quién la crea.

Gracias.

Redux

Una versión resumida de este ensayo se publicó en Retina el 2 de octubre de 2023

Lo que ‘Oppenheimer’ nos puede enseñar sobre Tiktok. Intencionalidad y Voluntad

Referencias

[0] https://www.dataprotection.ie/en/news-media/press-releases/DPC-announces-345-million-euro-fine-of-TikTok

[1] https://techpolicy.press/transcript-tiktok-ceo-testifies-to-congress/

[2] https://www.bloomberg.com/news/features/2023-04-20/tiktok-effects-on-mental-health-in-focus-after-teen-suicide

[3] https://www.wired.co.uk/article/twitter-child-sexual-abuse-material

[4] https://cyber.fsi.stanford.edu/news/addressing-distribution-illicit-sexual-content-minors-online

[5] https://web.archive.org/web/20140802011449/http://www.forbes.com/sites/jimclash/2014/07/28/elon-musk-tells-me-his-secret-of-success-hint-it-aint-about-the-money/

[6] https://thehill.com/opinion/national-security/3506604-conservatives-blame-everything-but-guns-for-mass-shootings/

[7] https://edition.cnn.com/2018/02/21/politics/trump-listening-sessions-parkland-students/index.html

[8] https://ktsecuritysolutions.com/our-products/

[9] https://www.gad3.com/abc-y-vocento-estimacion-elecciones-generales-por-provincias/

[10] “Treatise of Human Nature”, David Hume, 1749

[11] https://plato.stanford.edu/entries/thomas-kuhn/#ConcPara

[12] https://plato.stanford.edu/entries/episteme-techne/

[13] Después de varios años estudiando filosofía, he llegado a la conclusión de que analizar de dónde vienen las palabras y cómo se forman los conceptos es parte fundamental de la disciplina, así que no te lo tomes como una muestra más de lo petulante que puedo llegar a ser. En fin, esto de la etimología no deja de ser una pesadilla sobre todo cuando se lee a Husserl o a Heidegger.

[14] “Ciencia de convertir materias primas y materiales en productos terminados y bienes de consumo mediante la aplicación de conocimientos científicos y técnicos.” Vale, citar cosas en alemán sí puede ser petulante.

[15] “Tecnología: un enfoque filosófico, y otros ensayos de Filosofía de la Tecnología”, Miguel Angel Quintanilla, 2018.

[16] “Die Welt als Wille und Vorstellung”, Arthur Schopenhauer, 1819

[17] Salvo que hablemos de las máquinas que se replican a sí mismas, aunque claro, no se crean, sino que se copian. Esta idea parece que también está a punto de llevarse a cabo https://sciendo.com/article/10.2478/biocosmos-2023-0002

[18] Viendo las representaciones de las primeras versiones del estribo que usaban en la India, no me termina de quedar claro si eran príncipes que iban de paseo, o guerreros. Por cierto, están datadas en los siglos II y I AC https://wildfiregames.com/forum/topic/28619-ancient-indian-horse-support-toe-stirrup/

[19] https://www.nature.com/articles/143471a0

[20] https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Einstein-Roosevelt-letter.png

[21] https://www.youtube.com/watch?v=wki4hg9Om-k

[22] https://www.rerf.or.jp/en/faq/

[23] “Studies in the logic of Explanation”, Hempel y Oppenheim, 1948

[24] “An Attempt at a Realistic Interpretation of Experience”, Paul Feyerabend, 1958

[25] “Against Method: Outline of an Anarchistic Theory of Knowledge”, Paul Feyerabend, 1975

[26] https://www.nature.com/articles/329595a0

[27] Me pregunto si eso es parte de la Intencionalidad de Nolan. Me gusta creer que sí.

[28] https://en.wikipedia.org/wiki/Copenhagen_interpretation

[29] https://www.christies.com/lot/lot-6210431/?intObjectID=6210431&lid=1

La pregunta por la Inteligencia Artificial Generativa

Tiempo de lectura: 3 minutos (nivel hilo de tuiter)

Este post es una reflexión sobre la naturaleza de la poiesis en la época digital, al hilo de una imagen que se volvió viral a finales de marzo de 2023. La imagen representaba al Papa Francisco paseando con un plumas blanco estilo Balenciaga, publicada en Reddit por el usuario «trippy_art_special» y generada con Midjourney.

The Pope Drip

The Pope Drip por Reddit / u/trippy_art_special (usuario eliminado)

Me pregunté si una obra generada por Midjourney, capaz de revelar una verdad, una emoción, la esencia de una idea, y generar un debate en la sociedad estaba cumpliendo la función del arte como desvelamiento.

Y sobre esa pregunta escribí un breve ensayo, que se llama «La pregunta por la Inteligencia Artificial Generativa«, así, como si sólo hubiera una, pero es mentira, porque hay cosa de veinte, que las he contado:

¿Hay sitio para la creatividad en la era de la inteligencia artificial generativa?
¿Qué es la poiesis y por qué es importante?
¿Por qué es necesario usar las manos para crear?
¿Por qué pensamos que el arte es la forma más elevada de creatividad?
¿Qué quiere decir que el artista desvela una verdad y al hacerlo se desvela a sí mismo?
¿Una imagen generada por inteligencia artificial desvela una verdad?
¿Hay voluntad en la inteligencia artificial?
¿A qué voluntad responde la inteligencia artificial generativa?
Si un ser humano quiere desvelar una verdad que ha imaginado, ¿es relevante que lo haga él mismo con sus propias manos?
¿Por qué recelamos de que lance al mundo su imaginación a través de una IA?
¿Por qué no queremos que un algortimo sea otra herramienta para nuestra poiesis?
¿Quién determina que la forma aceptable es una herramienta en la mano?
¿Qué es el aura de una creación? ¿Existe en el siglo XXI?
¿Dónde está la autoría en la Inteligencia Artificial generativa? ¿Y la causalidad?
¿Podemos encontrar una visión más inclusiva del proceso creativo que reconozca las formas que podemos crear en nuestros tiempo?
¿Por qué es importante una herramienta en la mano?
¿Y si hemos trascendido la esencia del arte?
¿Y si la inteligencia artificial generativa es la forma en que algunos humanos podemos revelar nuestra verdad y revelarnos a nosotros cuando lo hacemos?
¿Y si la creatividad artifical es lo que habilita que desarrollemos nuestra creatividad humana?

Estas preguntas que me hice me han llevaron a recorrer un sendero de pensamiento en torno a 3 ideas principales:

  1. Que los seres humanos tenemos la capacidad de imaginar, creamos ideas que somos capaces de verbalizar (o no), pero algunos de entre todos los humanos, no todos, sólo algunos con un «don», han sido capaces hasta ahora de hacer verdad sus ideas a través de una creación que dota de un medio físico a su idea (una escultura, una pintura, una melodía…)
  2. Si la técnica con la que creamos se adecúa y evoluciona a lo largo del tiempo, según evolucionan las herramientas que tenemos disponibles; o la forma en que mejoramos el uso de las herramientas que ya estaban disponibles; o aparecen nuevas herramientas.
  3. Si la Inteligencia Artificial Generativa, una herramienta tecnológica que crea textos, imágenes o vídeos, a partir de la Voluntad de un usuario para representar las ideas que tiene en su mente, se puede aceptar como una forma de poiesis del siglo XXI.

De lo que se podría pensar entonces si la Inteligencia Artificial Generativa es una herramienta que permite a los seres humanos desvelar sus verdades y compartirlas con el resto, y por tanto, mejora porque amplifica o complementa a aquellas personas que hasta ahora no han encontrado un «don» para hacer materiales las ideas de su imaginación.

Y dos contra-argumentos principales:

  1. Qué convierte en creador a una persona y si es el hecho de materializar por sí mismo con sus propios medios su idea concebida. ¿Un procesador de textos, o una tableta de diseño, o una mesa de mezclas son aceptables para convertir a un humano en creador?
  2. Y por qué la forma en que se materializa esa creación tiene que ser con una herramienta en la mano, cuando ya hemos aceptado en el siglo XXI la creación digital, herramientas que no transfieren a la materia si no a lo digital.

El artículo entero lo puedes leer en la revista Ethic:

https://ethic.es/2023/09/la-pregunta-por-la-inteligencia-artificial-generativa/

Seguro que me faltan muchas preguntas, sobre todo las tuyas.

La Fuga de Logan

Tiempo de lectura: 5 minutos (ligerito)

Nunca he conseguido olvidar la escena del Carrusel, y mira que han pasado años. Es algo que se imprimió en mi cerebro de niño, y por algún motivo profético me ha acompañado durante toda mi carrera profesional, y más todavía ahora que empiezo a embutirme ese atrevido mono blanco con llamas rojas. «La Fuga de Logan» vaticinaba un mundo en el que las personas, al cumplir los 30, eran sacrificadas en un ritual diseñado para asegurar el futuro colectivo.

Logan's Run Poster

La Fuga de Logan es una distopía escrita por William F. Nolan y George Clayton Johnson.

No hay mucha gente que la recuerde, claro. En España, la pasó TVE1 a principios de los 80. Vaya mierda de forma de cumplir años, pensaréis. Ascender dando vueltas por el aire hasta la desintegración, con la vana promesa de que si habías sido un miembro respetable y productivo de la sociedad, renacerías para seguir remando. Y si no, pues fuera. Mientras tanto, el público en éxtasis celebraba cómo uno a uno, los cumpleañeros eran desintegrados. Lógicamente, celebraban que estaban vivos y que todavía no les tocaba. Todavía.

Es la mejor metáfora que he encontrado para explicar cómo funciona el mercado laboral en general, y las Revoluciones Tecnológicas en particular.

Ahora que estoy más cerca de los cincuenta que de los nuevos 30, miro a mi alrededor y me veo ascendiendo en el Carrusel, pensando que, con un poco de suerte, podré hacerme coach y enseñarle al siguiente que venga algo de lo que he aprendido. Porque dice LinkedIn que en España sólo hay 72.000 coachs para más de 919.000 directores, osea que parece que hay mercado.

Logan's run carousel

«Todos los demás en un rincón, evitando la conversación»

El caso es que yo veo cada vez menos gente «senior» a mi alrededor, menos canas, menos sabiduría de la que da la experiencia, menos criterio, y me pregunto dónde estarán y qué hacen, y les imagino paseando al perro, algunos con su prejubilación, otros con una paguita, los más desintegrados en el paro de la Larga Duración por el bien de la sociedad, por el bien del siguiente que venga.

Mientras eres público, el Carrusel se ve de otra manera. ¿Es cosa mía, o tenéis la sensación de que cada vez se sube al Carrusel antes?

Y pienso en que las Revoluciones siempre se han hecho a base de dejar a gente atrás, y que nunca nos ha importado porque total, no hemos sido nosotros. Hemos visto normal que la gente tuviera que dejar el campo para irse a la ciudad a trabajar en una fábrica, porque el campo ya lo araban los tractores. Y después, hemos visto normal que la gente tuviera que dejar las fábricas, porque total, ya se automatizaba la producción. Y después, con la Globalización (que no se por qué no se cuenta como Revolución), hemos visto normal que las fábricas había que cerrarlas, porque total, se fabrica más barato en los países del este, o directamente en Asia.

Y bueno, porque siempre ha sido así.

Logan's run Carousel

«Apaga y vámonos, antes de ayer, ya nos la clavaron otra vez»

A mí me ha tocado la revolución de lo digital. Cuando era pequeño, recuerdo haber ido al Banco Central Hispano que había en la Glorieta de Ruiz Jiménez con mi padre. Después de hacer una cola, un señor en una ventanilla te decía que cuánto dinero querías sacar, tú le pasabas el DNI y una libreta por debajo de una ranura, y él a cambio te daba el dinero que le habáis pedido (si tenías saldo, claro). Yo mientras tanto, jugaba con unos bolígrafos negros, alargados como plumas, sujetos con cadenitas porque la gente roba.

A todo el mundo le pareció normal que los Cajeros Automáticos sustituyeran a los Cajeros Persona, porque «la experiencia de usuario», la «eficiencia», la «disponibilidad»… Claro, a los Cajeros Persona imagino que les pareció una putada.

¿Quién no ha intentado robar uno de estos?

Luego llegó la revolución de la «Transformación Digital«, que a mí me pilló de lleno. Todo el mundo a hacer procesos digitales, a contratar consultoría técnica, y a reducir procesos personales, o sea, a cerrar oficinas. Ya no hacían falta tantos oficinistas (administrativos, comerciales, financieros, contables…) ahora lo que hacían falta era técnicos (desarrolladores, diseñadores, arquitectos, analistas…)

¿Las gallinas que entran, por las que salen?

¡No! El resultado neto es positivo. Se crea más empleo del que se destruye.

¡Ay! Esa mentalidad utilitarista que todo lo explica…. Lo que pasa es que ejem, hay un pequeño problema… Se crea empleo, pero las personas no coinciden. Hay gente que entra, y gente que se queda fuera. Resultado neto significa que entra más gente, pero… ¿qué pasa con la gente que se queda fuera?

Al menos aquí estamos en Europa, y Europa se fundó con la idea de que nadie se quede atrás, o que si se queda, no se quede muy tirado. Algo de lo que debemos sentirnos especialmente orgullosos sobre otros modelos que ponen por encima al Estado (como en China), o a la inicitiva privada (como USA). Aunque las ventajas de los modelos que ponen por encima al ciudadano parece que también se ponen en duda. Brexit, populismos, y demás.

Total, que ahora llega la revolución de la Inteligencia Artificial, que me resulta interesante por dos motivos.

El primero, porque combina varios factores. Está liderada por las grandes empresas privadas que nunca pierden (porque son las que ofrecen las plataformas que alimentan al resto), afecta a los «trabajadores del conocimiento» (esos nómadas digitales que subían a Instagram lo bien que se teletrabaja desde una playa o desde un parque), y porque va a hacer una redistribución asimétrica del empleo.

La Revolución de la IA es una Revolución Digital-Globalizada. Eso quiere decir que la destrucción de empleo y la creación de empleo no van a coexistir necesariamente en los mismos países.

Y esa, para mí, esa es una de las las principales diferencias.

La segunda, porque todos estamos pensando en cómo la Inteligencia Artificial va a afectar a los empleos del pasado y a los empleos del presente, pero ya no sabemos cómo van a ser los empleos del futuro. Y por favor, que nadie me diga que el empleo del futuro es paisajista en el Metaverso, porque eso también lo puede hacer Midjourney.

Logan's Run renewal

«Listos para la reconversión»

El reto que vamos a vivir, que ya estamos viviendo, no se mide a nivel «trabajador», ni a nivel «empresa» o a nivel «comunidad», sino a nivel país y a nivel bloque. ¿Cómo vamos a gestionar a nivel Europa que los empleos que se destruyan en España ya no se creen en Rumanía, sino que se creen en la India, y que eso sea crecimiento neto por ejemplo en la India?

¿Vamos a hacer los Fondos NextGen internacionales?

Y ¿qué empleo del futuro vamos a crear en España que no pueda hacerse por ejemplo en la India?

No es de extrañar que la solución a la que llegaron en 2015/2016 los empresarios que lideran la Nueva Economía desde Sillicon Valley haya sido la Renta Básica Universal.

En fin, la verdad, me parece injusto pasarme el día leyendo bullshit y propaganda sobre qué es o qué deja de ser «la innovación«, «el pensamiento crítico«, «los problemas complejos» o «poner a las personas en el centro«, para acabar aceptando que «es que las Revoluciones siempre se han hecho así«.

Con gente que entra para que haya progreso, y gente que se queda atrás para que otros progresen.

O paguita para todos, y a seguir consumiendo.

En fin. Espero que por lo menos, después de todos estos años haciendo spinning, esas mallas rojas me hagan 🍑

La bombilla en el simbolismo de la Innovación

(Tiempo de lectura: 11 minutos)

La comunicación simbólica es una forma de expresión inherentemente propia del ser humano, porque en ella intervienen los aspectos esenciales de nuestra humanidad: la sensibilidad, la imaginación, la memoria, y la comunicación.

¿Qué es un símbolo?

Dice la RAE que un símbolo es un «Elemento u objeto material que, por convención o asociación, se considera representativo de una entidad, de una idea, de una cierta condición«. Esto ya establece de partida que en un símbolo hay, al menos, dos elementos: un «significante» (el objeto material o su representación) y un «significado» (el concepto que representa).

Otra definición de Ricoeur abunda en la importancia de la relación entre significado y significante. «Llamo símbolo a toda estructura de significación donde un sentido directo, primario y literal designa por añadidura otro sentido indirecto, secundario y figurado, que sólo puede ser aprendido a través del primero.» El significante en un símbolo tiene por tanto una realidad dual: es lo que es en sí mismo, y a la vez, es también es lo que evoca. Al significado verdadero o primigenio, el que sí está presente, se le llama «referente«. En la creación del símbolo, el referente de alguna manera tiene que ayudar o hacer de clave, para orientar o descifrar la conversión del significante en su significado simbólico.

El hombre necesita al símbolo porque le sitúa en lo empírico y lo intangible, lo que podemos ver y lo que no. El proceso de interpretación de un símbolo es mental, por tanto interior, y supone un viaje desde lo visible, lo que existe, hacia una realidad conceptual que en el significante no está necesariamente presente. De manera que es la inteligencia y comprensión humana la que hace esa transformación evocativa de convertir el significante en un nuevo  conocimiento. Podemos decir que el símbolo es un vehículo para la comprensión, y no una prueba empírica para la demostración.

Con la ayuda del símbolo, satisfacemos nuestra necesidad de visualizar y comunicar conceptos abstractos. Esto es así desde los orígenes del hombre, ya en la prehistoria con las pinturas rupestres. El símbolo se ha usado como elemento vertebreador de la historia de un clan o comunidad. El origen de los primeros símbolos están relacionados con la aparición del lenguaje, y las narrativas de los primeros clanes de cazadores/recolectores. El símbolo entonces es previo a la aparición de la escritura, y posterior a la aparición del lenguaje. Viaja con la comunidad y se transmite entre generaciones, porque permite al hombre conectar con el pasado. Y también viaja entre culturas, porque permite compartir conceptos abstractos.

Innovación en Google Images

Innovación en Google Images

Con el paso del tiempo, el lenguaje simbólico se incorpora a la cultura y la religión, y en la medida en que se fueron consolidando las civilizaciones, pasa a la arquitectura, a la alfarería, al arte y la filosofía. Esto es así porque el lenguaje simbólico es apropiado para expresar ideas, conceptos y realidades generalmente trascendentes.

¿Cómo se crean los símbolos?

La creación de símbolos es un proceso exclusivo del hombre como animal simbólico, puesto que tanto para la creación del símbolo, como para su entendimiento, es necesario reflexionar, asignar, asimilar y profundizar. Con este proceso, el ser humano se mueve desde lo concreto y objetivo, al abstracto subjetivo e interpretable. Es necesario por tanto una vivencia interior. Hoy en día todas las disciplinas que se centran en el conocimiento y la cultura utilizan símbolos, entre ellas, como no, la innovación.

En este sentido, el símbolo tiene una función de puente, entre una realidad y su significado trascendente. Sin embargo, partiendo de una misma realidad objetiva, el símbolo ofrece diferentes interpretaciones según el contexto e interés que el sujeto le atribuye, o el grupo o colectivo al que pertenece. Para Platón, el símbolo conecta con una realidad más elevada, con el mundo de las «ideas» que desarrolla en La República y Fedón. Los significantes son percibidos por los sentidos en el mundo «real», el concepto al que nos trasladan es un «universal» del mundo de las «ideas». Para Kant, un símbolo es una intuición que, a través la analogía, permite a la razón conceptualizar una idea.

Para ambos, el símbolo es la representación de un concepto ausente, porque el concepto no está de manera evidente en el significante.

El significante no sólo no está presente en el símbolo, sino que el concepto existe de manera independiente al significante. No necesariamente antes, pero sí independiente. Si quisiéramos hablar en términos temporales, diremos que primero alguien tiene la necesidad de expresar un concepto o valor; después se establece la asociación con un objeto significante; a continuación una persona acepta la equivalencia entre significante y significado; y finalmente se hace la aceptación por un colectivo.

El diseño de símbolos, iconos y memes

En el caso de un icono, se considera que es un símbolo en el que el significado sí está visible en el significante, porque hay una relación de identidad o semejanza. Utilizar un candado para representar el concepto de «seguridad» es una relación icónica porque los candados en sí mismos sirven para proteger las puertas, las cajas o las bicicletas. Sin embargo, esa relación no está presente de manera directa en los candados que las parejas ponen para expresar su amor. Ahí dejan de representar «seguridad» para representar «unión». Los enamorados están unidos mientras el candado esté cerrado, o hasta que los equipos de limpieza de las ciudades llegan con unas cizallas y los cortan.

Innovación en Flaticon

Iconos de la innovación en Flaticon

En cuanto a los memes, se acepta que son una representación simbólica en la que una imagen se utiliza en un sentido diferente al que originalmente tenía. Pero al igual que en el icono, el sentido está presente por semejanza en el propio símbolo y por eso se utiliza. El Grumpy Cat es sólo un gato, pero tiene cara de gruñón. Fry dando billetes está dando billetes. Y el clon de Eddie Murphy, tocándose la frente con una ceja enarcada, está pensando que es ingenioso.

Aunque hay consenso en que los símbolos se crean de forma más o menos inconsciente (aquí entran los trabajos de Freud, que no vienen al caso), el trabajo de diseño visual tiene una importante componente de creación intencionada de símbolos e iconos, con un sentido de utilitarismo y ayuda. El «corazón» de Instagram se usa para decir que algo te gusta, el avión de papel que vuela a su destino de Telegram, o los emojis de la berenjena y el melocotón, sin ir más lejos. En cuanto a los memes, diría que la intencionalidad se origina en la ironía y desde ahí viaja hacia la burla, el trolleo y general el mal, que nunca descansa.

En cualquier caso, los diseñadores de símbolos lo hacen de forma consciente, premeditada, y a ser posible, remunerada. Diremos que en cualquier caso, es un proceso creativo y eso ocurre en la psique, a través de la inteligencia, las emociones, la imaginación, y sobre todo, el entendimiento contextual del creador. Porque, a priori, un significante puede abrir una variedad infinita de significados, tantos como personas pueden enfrentarse a él y asociarle uno. Es decir, la asociación entre significante y significado a través del símbolo primero es creada con mayor o menor propósito, y luego es aceptada. Inicialmente, por la propia persona que establece un sentido a dicho símbolo. El creador tiene que aceptar ese sentido. Y después difundirlo.

La aceptación del significado simbólico

Es gracias a la difusión como esa nueva estructura conceptual puede ser aceptada por un colectivo. Parece por tanto que la creación puede ser consciente o inconsciente, pero diría que la aceptación por un colectivo es consciente. Esa aceptación es la que hace que muchas personas reconozcan como válidos uno de todos los posibles sentidos. Es decir, puede darse la situación de que haya una minoría de personas que piensen que el emoji del «melocotón» representa un culito respingón, cuando todo el mundo sabe que es una de las frutas más sabrosas del verano.

Así que para la difusión es necesaria una acción de comunicación, que hace que el símbolo pase de ser un puente entre un objeto real y un concepto trascendente personal, a algo compartido y tal vez identitario de un grupo de personas. Que atribuyen al mismo objeto real el mismo concepto transcendente. Y para que se asiente, además de difundirse tiene que repetirse. Lo potente del meme es que su aceptación es rápida y masiva porque se viraliza a través de las redes sociales. A los tuiteros les hace gracia, y lo comparten, y si lo reutilizan es porque lo aceptan.

Pero el proceso de aceptación tradicional de un símbolo antes de los medios y las redes sociales ha sido más lento. El significante permanece inalterable, la Cruz siempre es la cruz, y es a través de la repetición cómo el significado también llega a permanecer inalterable en la comunidad, la Resurrección es la Cruz. Por eso surgen los rituales, como la serie de acciones ceremoniales en las que un colectivo comparte y consolida la aceptación del significado de un símbolo. En un ritual religioso Católico, por ejemplo, se acepta que el Pan y el Vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo.

Parece claro entonces que a la hora de estudiar un símbolo, es necesario conocer el contexto cultural y social en el que se surge y se acepta por el colectivo. Al fin y al cabo, una cultura, no sólo social o política, también puede ser una cultura corporativa, contiene entre otras cosas su sistema de símbolos y contextos compartidos. A través del estudio del símbolo podemos acceder a ese contexto, y tratar de comprender en qué condiciones y por qué se creó.

Aceptamos bombilla como animal de compañía

Los ingleses llamaron Enlightenment («iluminación») a lo que nosotros llamamos «Ilustración», el movimiento que surge en Europa en los siglos XVII y XVIII en los que la razón y la ciencia se anteponen a la superstición y la fe. En la «Ilustración» se establece una relación metafórica (pero no simbólica) entre la ciencia «que ilumina» frente a la superstición/religición que «oscurecen» el conocimiento.

En octubre de 1879, Edison, a partir de sus trabajos previos con Swan, demostró la capacidad de generar luz con energía eléctrica usando una bombilla de filamento de carbono, que habilitaba su fabricación y distribución masiva. Consiguió la patente en enero del año siguiente. Hay imágenes de la época en las que aparecía el inventor estadounidense posando con su obra. Tenía una bombilla en la mano.

Edison y la Bombilla

Extracto del perfil de Edison en LinkedIn

La bombilla era una invención para iluminar, algo que ya se había hecho con antorchas, candiles y la lámpara de gas. En este caso, hay una traslación directa de significado implícito y demostrativo: la bombilla ilumina porque es su propósito. Sin embargo, la bombilla es en sí misma una invención, un descubrimiento científico, y por ende, ya existía un contexto previo que considera la iluminación (Enlightenment) como el triunfo de la razón sobre la superstición a través de las invenciones y las ideas. De manera que al significante bombilla se le asocia casi de manera directa y racional el sentido de la invención. Falta la parte de la difusión del símbolo.

El 16 de Agosto 1935 Paramout Pictures emitió un episodio de Betty Boop llamado «Betty Boop and Grampy». Betty recibe una invitación para ir a una fiesta en casa de Grampy, y se lleva con ella a todos los personajes del barrio (operarios, bomberos, policías… una juerga) Grampy es el arquetipo de viejo inventor chiflado de los dibujos animados: tiene un reloj de cuco con guantes de boxeo para despertarse, una mano mecánica que saluda a sus invitados y un paraguas sin tela que corta tartas en porciones perfectas. Esa clase de inventos.

En un momento dado, Betty le pide a Grampy que ponga algo de música, cosa que el hombre no tenía previsto. Lo que no dejar de ser sorprendente, porque sí tenía una lámpara de techo llena de ponche. Entonces Grampy saca del bolsillo un birrete de licenciado con una bombilla en todo lo alto. Se pone su gorro de pensar, se sienta en una silla y de repente ¡zas!, la bombilla se enciende y pita porque tiene una idea.

La bombilla de Grampy

El bueno de Grampy ha tenido una idea

En este punto, los guionistas del episodio, atribuyen conscientemente a la bombilla que ilumina un nuevo sentido, la bombilla se enciende cuando se tiene una idea; no una cualquiera, esa que resuelve un problema. Estableciendo el vínculo con la ideación y el momento «¡eureka!» que gritaba Arquímedes cuando salió corriendo desnudo de la bañera. No os vayáis a creer que pone un disco en un gramófono: inventa un robot que toca la flauta con una tetera, un ventilador y unos guantes. En ese corto de animación hay un momento en que se propone un símbolo, que es aceptado por el director del episodio, Dave Fleischer y el director de animación, Dave Tendlar. Parece que ambos ven claro que el público aceptará el simbolismo, y deciden sacar a producción el episodio.

Pocos años antes de eso, en los 20, los animadores de Felix the Cat habían incorporado otro simbolismo. Como sus cortos de animación eran mudos, dibujaban signos encima de la cabeza de sus personajes para expresar situaciones. Es un metasímbolo, por así decirlo. Un signo encima de una cabeza como expresión de las emociones, ¿cuáles? Eso ya depende del signo. En el primer corto, «Felines Follies», se usan símbolos de exclamación y duda sobre las cabezas; y en posteriores episodios, el gato interactúa con esos símbolos. En «Wrecking a Romeo», Félix utiliza uno de los corazones que proyecta sobre su cabeza como expresión de amor, para construirse un laúd con el que rondar a su Julieta.

Más allá de del debate de si podemos considerar la idea de ir al cine o ver la televisión un ritual, esos dibujos animados ayudaron a difundir el símbolo sobre la cabeza como expresión de pensamientos: la exclamación como «alerta», el interrogante como «duda» y la «bombilla» como momento ¡eureka! de la ideación.

A ver si se funde ya la bombillita…

Al fin y al cabo, un símbolo se mantiene vivo mientras constituye la mejor expresión de un concepto o idea, es decir, cuando mantiene su significado trascendente. Un mismo concepto puede expresarse a través de varios significantes, y a la vez, un mismo objeto puede significar cosas diferentes para diferentes colectivos. En el momento en que surge otra equivalencia mejor, el significado desaparece. O es sustituido, siempre en la medida que a un significante se le asocia a un nuevo significado, y el colectivo lo acepta y perpetúa.

Paradójicamente, una de las características de los memes es que, además de nacer y aceptarse de forma rápida, también desaparecen y son sustituidos a toda velocidad de manera constante, cuando se viraliza una nueva forma de representar la idea.

Sin embargo, no hay que perder de vista que el significante, como objeto o representación preexistente, tiene su propio significado inherente, que no desaparece cuando desaparece su carga simbólica. Si algún día nos hartamos de usar la bombilla para representar la innovación, no dejará de representar la iluminación, porque es su propósito primigéneo.

Lo que pasa es que 100 años después, no hemos encontrado una representación simbólica mejor para la innovación; sigue asociada al significante bombilla. No hay más que buscar en catálogos de iconos o librerías de imágenes para verlo, como en las imágenes anteriores en el post. Cuando alguien hace un ejercicio de visual thinking, una presentación de powepoint, diseña una web, etiqueta una librería de imágenes o prepara un post, el significante bombilla es el primero que se usa para referirse a la innovación.

Hay otros símbolos usados en los contextos de la innovación, que podéis ver en las capturas de pantalla, por ejemplo:

  • el cohete, que se asocia principalmente la superación y el éxito. Es una conceptualización por tanto del resultado, un proceso de innovación exitoso es aquél que da un buen resultado. Hay un sentido que aparece directamente en el propio cohete que es la velocidad o la potencia: el cohete, para lograr salir a la atmósfera y escapar del campo gravitacional de la Tierra, necesita ser capaz de propulsarse a gran velocidad. Trasladar ese concepto a una idea o a un negocio le imprime un carácter de nuevo de éxito: ese negocio va como un cohete porque está consiguiendo sus objetivos (de captación de usuarios, de ingresos, etc.)
  • las ruedas dentadas de los engranajes, que se asocian con los procesos y las metodologías. A través de los dientes, las ruedas transmiten el movimiento unas a otras, de la misma forma que en un proceso unos pasos preceden a otros.
  • y el cerebro, que se asocia con la imaginación y la creatividad. Es natural usar el cerebro como significante si aceptamos que «innovación es el uso de la creatividad para resolver un problema existente, de una manera que nunca se había hecho antes».

Mi última reflexión es si tiene sentido tratar de cambiar arbitrariamente el significante de un símbolo. Es decir, que alguien considere que está harto de usar bombillas para representar la innovación y que quiere, por ejemplo, usar un melocotón. Más allá de lo apropiada que sea la adopción de ese significante, el esfuerzo de comunicar y sustituir un símbolo tan ampliamente aceptado diría que no merece mucho la pena.

Elogio del Vendedor

¿Por qué ocultar que vendemos?

Estamos en el año 2017 y, por extraño que parezca, hay personas que siguen pensado que un comercial es un tipo graciosete que le cae bien a la gente y habla mucho. Por eso a veces (para que deje de molestar) alguien le da una propina y en paz. Los que en 1990 nos acabamos el Monkey Island ya sabemos que ese personaje se llama Stan, y es un poco lamentable.

Después, Gordon Gekko (Wall Street), el señor Blake (Glengarry Glen Ross) y Jordan Belfort (exconvicto en la vida real) nos enseñaron que un buen vendedor es una especie de vikingo hipercompetitivo capaz de manipularestrujar, triturar y dominar a sus clientes y humillar a sus compañeros; porque son unos pusilánimes que merecen acabar como deshechos. Y porque alguien tiene que pagar esas casas tan grandes, con esos coches tan potentes, y esos yates llenos de putas y coca. Suelen escribir un bestseller para purgar su auge y caída, por lo general en los ratos libres en el patio de la cárcel.

Por equilibrar ese modelo tan tóxico y quizá también, por el auge de los libros de autoayuda, llegó una nueva corriente de vendedores. Personas con actitud positiva que saben automotivarse, y que no admiten un no por respuesta porque saben que pueden conseguir todo lo que se propongan. Efectivamente, hay dos grandes referentes para esa generación: Paulo Coelho y Mr. Wonderful; que comparten icono en el Whatsapp (una pista: los hay que piensan que en realidad representa un sonriente helado de chocolate)

Tipos de Vendedores

Tipos de Vendedores condenados a desaparecer

Por no hablar de los vendedores de cuota. No hay nada más disciplinado, organizado y metódico que los chicos que se reparten en sectores la Calle Preciados para conseguir suscriptores a una ONG. Incluye un rápido perfilado en tiempo real del incauto peatón para ver quién es el miembro (o miembra, ojo) del equipo más adecuado para cerrar la venta.

En fin, en general, parece que hay una connotación negativa en la venta. Como si hubiese que levantar una barrera mental o incluso física, porque un vendedor siempre está cogiendo información de nosotros. Información que en algún momento dado va a usar en nuestra contra, y nos la va a colar. Nos va a vender algo que no necesitamos, puede incluso que nos haga un pufo.

Yo he llegado a la conclusión de un vendedor genera rechazo por 3 motivos:

  • porque pensamos que nos ve simplemente como dinero ambulante; y por tanto todo lo que dice o hace está dirigido a sacarnos la pasta.
  • porque nos va a molestar haciéndonos perder el tiempo, contándonos chorradas que no nos interesan.
  • porque una vez que hace su venta, si te he visto no me acuerdo; ya ha hecho lo que tenía que hacer y al siguiente.

Las 12+3 Competencias del Vendedor

Bueno, entonces ¿necesitamos una Nueva Generación de Vendedores? Pues desde mi punto de vista, no hace falta. Lo que hace falta es hacer un Elogio del Vendedor. De ese estilo de vendedor que siempre ha estado ahí, y que se ha dedicado a crear relaciones de confianza y a conseguir que sus clientes logren sus objetivos. ¿Cuáles son sus competencias?

  • Escucha. Osea, dejar que otra persona hable sin interrumpirle y, si es posible, concentrándose en lo que dice. Entendiéndolo, además.
  • Empatiza. La capacidad de ponerse en el lugar de otra persona para saber qué quiere y por qué lo quiere.
  • Analiza. Estar todo el día escuchando y empatizando es agotador. Un buen vendedor debe ser capaz de procesar todos los diferentes inputs y la información que recibe para discernir el grano de la paja, y llegar a la verdadera raíz de un problema.
  • Toma decisiones. La autonomía es la competencia de tener claros los objetivos, y estar alineado con la estrategia de la empresa; para poder así tomar decisiones en tiempo real basadas en prioridades conocidas y compartidas.
  • Se comunica. La capacidad de expresar ideas y conceptos de una manera clara y coherente, adecuada al lenguaje y contexto del interlocutor.
  • Compite. Toda esa gente que hay desde la puerta hacia fuera nos odia porque no puede hacer lo que nosotros hacemos; y tenemos que vivir con ello.
  • Coopera. Porque de puertas hacia dentro, lo que se espera de los vendedores es que trabajen en equipo por un fin común. La mejor forma de definirlo es leyendo las declaraciones de Llull cuando fue declarado MVP de la Copa del Rey en 2017. Habló de sus compañeros y del éxito del equipo.
  • Se Anticipa. Conocer una empresa y en general a una persona, supone ser capaz de comprender sus objetivos, el camino que va a recorrer. Y así, poder utilizar el conocimiento y capacidades de la organización para anticipar los posibles obstáculos que haya en ese camino.
  • Aprende. Vivimos en el mundo del cambio constante, hay que adquirir permanentemente nuevas competencias…
  • Crea. Porque al final, lo que se espera de un vendedor es que encuentre una solución y muchas veces no viene empaquetada con un manual de instrucciones.
  • Propone. Es capaz de explicar y argumentar las propuestas de manera convincente.
  • Relativiza. Es decir, pone las cosas en contexto, normalizadas, para darles el peso que les corresponde de manera ponderada junto al resto de cosas que ocurren en la empresa.

¿Es posible ser feo y/o vender?

¿Es posible ser feo y/o vender?

Y sobre todo:

  • Resuelve. Da igual que tengas puesto un sofá en el Wallapop, que vendas televisiones gigantes, o que presentes una RFP para un sistema de contratación bancaria 100% online. Lo que se espera de un vendedor es resolver una necesidad.
  • Cumple. Porque el valor está en las relaciones en el largo plazo, y eso se consigue con el compromiso; poder mirar a la gente a la cara y dormir tranquilos por las noches. Eso significa para un vendedor contraer la obligación de llevar a cabo la solución que han propuesto.
  • Ilusiona. Porque los seres humanos no quieren que les vendan, quieren comprar. Y en general, compramos aquello que nos acerca a la experiencia o a la proyección que tenemos de cómo nuestra vida va a ser mejor.

Vender es conectar a una persona con aquello que necesita, quiere o le interesa. La verdad es que puede llegar a ser un trabajo muy bonito.

 

9+1 razones por las que trabajo en Sngular

Sngular MIT

Cuando me fui con Dani, Emilio y César a Boston

Una de las actividades a la que más tiempo dedico al día es a expresar de forma emocional, pero a partir de argumentos objetivos, por qué Sngular es la empresa más adecuada para hacer un proyecto digital construido sobre tecnología. Esa explicación debe ser única, específica para cliente con el que hablo y para cada proyecto que presento; y debe ser algo diferente de lo que podría contar cualquier otra empresa de las que están tratando de hacer las cosas que hacemos en Sngular. Hasta que no encuentro esa propuesta de valor diferencial no me quedo tranquilo, noto que algo me falta y no doy por terminada una propuesta.

Hoy en cambio voy a escribir sobre por qué creo que cualquier profesional de tecnología interesado por su carrera debería pasar por Sngular, marcarse unos objetivos a medio plazo, conseguirlos, y a partir de ahí comprobar si tiene recorrido o no.

1) Tenemos cultura de startup. Es normal, aplicamos los principios del agilismo, organizaciones distribuidas, equipos por conocimiento técnicos… y sobre todo, delegamos la toma de decisión porque no creemos en las organizaciones basadas en Comités y en Burocracias. No sólo tenemos cultura de startup, es que hace años montamos una y luego se la vendimos a Amazon. Todos los años invertimos en proyectos de emprendimiento, a veces tiempo, otras dinero, siempre en nuevas ideas que nos ilusionan y que pensamos que tienen futuro.

Soy una persona flexible que se adapta

2) Unidos somos mejores. Tenemos claro que el todo es más que la suma de las partes. Nos gusta trabajar en equipo porque sabemos que de la unión de las capacidades de las personas y de su mezcla se crea valor. Sabemos que en realidad el Llanero Solitario iba con su caballo Silver y con Tonto el Comanche.

Quiero llegar lejos, no quiero llegar rápido

3) Construimos software, no somos una empresa papelera. En Sngular nos dedicamos a crear e implementar la ventaja competitiva de nuestros clientes. No estamos aquí para rellenar documentos, ni queremos sepultar a nadie con papeles. Por cierto, que respetamos profundamente que haya gente que lo haga (siempre que sean responsables con el medio ambiente).

Me gusta construir

4) Acabamos lo que empezamos, nunca dejamos las cosas a medias. No sólo somos una empresa de tecnología, es que siempre terminamos lo que empezamos. Incluso a veces terminamos lo que otros empiezan. Eso significa «compromiso», una de tantas palabras prostituidas del sector. Sabemos que las cosas se tuercen, incluso sabemos que algunas nacen torcidas. Sinceramente, nunca nos ha preocupado de quién sea la culpa, sabemos que alguien tiene que terminar los proyectos, y esos somos nosotros. Es nuestra forma de entender el «compromiso».

Nada termina hasta que está terminado

5) Retos técnicos por doquier, porque nos gusta cacharrear. Tenemos la suerte o la desgracia de trabajar con tecnologías de vanguardia. Sí, esas de las que no hay mucha documentación, con tendencia a ser versiones previas o beta, adoptadas por pequeñas comunidades incipientes, donde quizá no haya mucha gente a la vuelta de la esquina para preguntar. Esas tecnologías disruptivas que traen una promesa de eficiencia y productividad que nadie quiere pasar por alto, y que alguien tiene que ser el primero en poner en producción. Como cuando empezamos a trabajar en entornos reales con Amazon AWS en 2009, con Angular y BackboneJS en el año 2012, con Polymer desde el 2014, etc.

Tengo espíritu aventurero y me gusta explorar

6) Reconocimiento y visibilidad de nuestros proyectos. En Sngular hacemos proyectos que impactan en la sociedad.Tiendas online, startups, apps móviles, bancas digitales, aplicaciones corporativas… nuestros proyectos salen a la luz y los usan las personas. Son prácticos porque tienen como objetivo hacer un poquito mejor la vida de la gente que los usa. A veces incluso lo consiguen. Lo importante es que nuestro trabajo no acaba en un cajón, ni cogiendo polvo en una biblioteca.

Por fin podré contarle a mi abuela a qué me dedico

7) Excelentes personas. Antes que profesionales somos personas, y en particular en Sngular además queremos trabajar con grandes personas. Con gente que tiene una mente abierta, que sabe compartir, que cree en el trabajo en equipo, y que deja lo que está haciendo para ayudar a un compañero en apuros. Esa clase de personas que nunca son un obstáculo ni un pero, sino un apoyo. La gente que quieres tener a tu lado cuando llegan los problemas, porque te hace sentir que no estás solo. La verdad es que para mí es una suerte trabajar con tantas personas que el mero hecho de intentar nombrarlas sería sonrojante. También ha sido una suerte haber trabajado con otras muchas personas que luego tomaron otros caminos como las sucias comadrejas que son.

Lo importante son las personas

8) Referentes técnicos. Siempre decimos que no importa la antigüedad o la experiencia, en Sngular esperamos que todo el mundo sea el mejor en su trabajo. Fomentamos una cultura en la que cualquiera puede aportar y donde de todo el mundo se puede aprender. Nos gusta que las personas tengan un referente, es más, nos gusta que las personas puedan convertirse en referente. Es una pena que nuestros compañeros tengan más interés por trabajar, aprender y construir que por conseguir followers; pero aquí se aprende cada día.

Reconozco que tengo mucho que aprender

9) Aspiraciones en el largo plazo. Si llevamos desde el año 95 en tecnología y seguimos creciendo año tras año es porque nunca tomamos decisiones pensando en el corto plazo y en salir del paso. A veces nos toca tomar decisiones difíciles, pero lo hacemos siempre desde la coherencia con nuestros valores, y pensando que en el largo plazo será lo mejor. Y sobre todo, que nos gusta poder mirar a los ojos a las personas y poder cruzarnos con ellas por la calle sin tener que agachar la cabeza.

Quiero construir catedrales, no picar piedras

Seguramente cada uno de las 320 personas que hacen Sngular tendrán sus propios motivos de por qué han elegido trabajar aquí; estos sólo son los míos y responden a mi vivencia personal después de 6 años. Se que habrá gente que lo verá de otra manera, lo cual es respetable y sano. Pero estos son mis 9 motivos, si los recorres verás que el más importante es TU CARRERA. Si crees que son lo suficientemente buenos para ti, echa un vistazo a nuestras oportunidades en Madrid, Oviedo, Badajoz, Dallas, Birmingham o Ciudad de México http://sngular.team/es/jobs

¿Y en tu caso? ¿Qué es lo que hace que todas las mañanas vayas a tu trabajo, y no a otro?

Las 6+1 Habilidades del Pensamiento Crítico

Pensar es humano

Aunque muchas veces vivamos felices en la soledad de nuestra Batcueva, la mayoría trabajamos en equipo. Eso significa que prácticamente para hacer cualquier cosa (preparar una reunión, o pedir un presupuesto, o dar con la mejor solución técnica a un problema, o hacer una estimación…) dos o más personas tienen que pasar un rato juntos para:

  • exponer sus argumentos
  • despreciar los de otra persona
  • opcionalmente: no entenderse, encabronarse y ver quién mea más lejos la tiene más larga
    tiene razón
  • acabar llegando a una decisión
  • repartirse el trabajo
  • criticar al jefe

Sea cual sea tu papel (el de persona que aporta información, el de persona que la recibe para tomar una decisión, o según el día) te interesa desarrollar una actitud de Pensamiento Crítico De esta manera, tanto tus argumentos, como las decisiones que tomes o en las que participes, se harán según bases / procesos fundamentados en la objetividad y no en aspectos subjetivos o sesgados.

Reconoce que a veces te da pereza bajar al gimnasio, o que no sean horas de salir a correr, pero siempre es buen momento para ejercitar las Habilidades del Pensamiento Crítico. Puedes hacerlo de forma práctica todos los días, en cualquier situación en la que tengas que procesar o elaborar una información, o tomar una decisión. En realidad, en tu día a día no haces más que procesar información y tomar decisiones, aunque la mayor parte del tiempo lo haces de forma mecánica, sin pensar en el proceso que sigues. No hay nada mejor que en mitad de un calentón debate intentar ser consciente de si estás o no aplicando las Habilidades del Pensamiento Crítico. O de cómo podrías haberlas aplicado. O de cómo eliges no aplicarlas. Que también.

Ejercita el Pensamiento Crítico

No se han quedado en el sofá, están ejercitando su Pensamiento Crítico (Imagen de Ms. Phoenix)

De todas las habilidades que puedes leer para entrenar tu Pensamiento Crícico, a mí me gustan 6 que el Dr. Peter Facione recopiló en 2010 como resultado de un proceso de consulta entre expertos. Son las siguientes:

1. La habilidad de Interpretar

Es decir, la capacidad de comprender el significado o la importancia de datos, juicios de valor, opiniones, afirmaciones, vivencias, y sucesos. Pero también de convenciones (sociales o empresariales), creencias, normas o procedimientos. ¿Eres capaz de extraer la idea principal de un texto, dejando de lado las ideas derivadas? ¿Sabes entender las intenciones de una persona según la expresión de su cara? La habilidad de interpretar te añade contexto a la información que has recibido.

Cuando hablamos de interpretar en general estamos englobando también la capacidad de categorizar o etiquetar el contenido, entender el significado y despejar las posibles dudas o ambigüedades del discurso.

Algunas preguntas que puedes hacerte para saber si eres capaz de Interpretar la información que recibes pueden ser:

  • ¿Qué acaba de decir?
  • ¿Por qué lo ha dicho?
  • ¿Por qué ahora?
  • ¿Qué sentido tiene?
  • ¿Qué ha pasado?

2. La habilidad de Analizar

Considerando que Analizar es el proceso por el cual se identifican las relaciones explícitas o implícitas en un argumento que se emite con intención de expresar motivo, juicio, creencia, opinión, y en general, información. Al analizar, unimos las piezas para determinar el propósito de la información que hemos recibido.

Preguntas que te ayudan en el proceso de Analizar:

  • ¿Por qué dice/ cree eso?
  • ¿A qué se refiere?
  • ¿En qué se basa?
  • ¿Por qué supone que es así?

3. La habilidad de Evaluar

O sea, de medir o valorar la credibilidad de las afirmaciones o descripciones que hace una persona cuando habla o escribe acerca de su experiencia, creencias o conviciones; y en general, cuando expresa su opinión. De esta manera podemos medir la objetividad del razonamiento.

Personalmente, creo que la habilidad de Evaluar es una de las más importantes. Nos permite conocer y reconocer los factores que usamos para asignar nuestros indicadores de credibilidad de las personas. Algo que aplicamos no sólo a sus afirmaciones, sino a las conclusiones a las que llegan con su razonamiento.

En el mundo técnico seguro que coincidiréis conmigo que la «credibilidad» (también llamada «solvencia técnica«) es una de las virtudes más importantes. Y que ante el mismo problema, la frase «esto no se puede hacer» o «esto se hace en dos días» nos provoca una reacción diferente según quién lo diga.

Preguntas que pueden ser interesantes en el proceso de Evaluar:

  • ¿Es un hecho, o una suposición?
  • ¿Cómo lo sabe?
  • ¿Cree lo que dice?
  • ¿Por qué crees lo que dice una persona?
  • ¿Estás seguro? ¿Y él?

4. La habilidad de Inferir

Inferir es el proceso por el cual somos capaces de identificar aquellos elementos esenciales (como datos, afirmaciones,  evidencias,  juicios….) que hay que tener en cuenta para generar conclusiones razonables, o al menos, formular hipótesis.

Por tanto, supone nuestra capacidad para encontrar y listar evidencias (cuya naturaleza por definición está ligada a la certeza indudable, y por tanto, objetiva), de llegar a conclusiones o de proponer alternativas a las mismas. Cuando por ejemplo una persona nos dice que quiere recibir un trato que resulta ser diferente al del resto de sus compañeros, podemos llegar a la conclusión de que su argumento puede ser injusto y supondrá un agravio comparativo. Cuando el día antes de una subida a producción no funciona nada, algunos llaman al telepizza, otros llaman a casa (para decir que llegarán tarde), y otros llaman al cliente (para poner la cara).

Algunas preguntas que ayudan en el proceso de Inferir:

  • ¿Qué pasaría si esto no fuese cierto? ¿Cambiaría la forma de entenderlo?
  • ¿Es necesaria más información para extraer conclusiones?
  • ¿Puede extraerse un patrón de la información disponible?
  • ¿Hay alternativas sin explorar?
  • ¿Qué implicaciones se derivan de esta evidencia?

A Friend in Need

Algunos ponen cara de Póker y cara de Perro a la vez, y no hay forma de saber de qué van (A Friend in Need, de C.M. Coolidge)

5. La habilidad de Explicar

Una vez que hemos hecho el proceso de Interpretar, Analizar, Evaluar e Inferir, el siguiente paso es expresar de forma clara y coherente los resultados de nuestro razonamiento. Para ello, hay que acostumbrarse a justificar nuestros razonamientos y conclusiones reflejando siempre las evidencias en las que se apoya, y todos los aspectos metodológicos, normas, criterios establecidos y demás en los que se sustenta. Pero no basta con mostrar que el razonamiento no es producto de la arbitrariedad, también debemos ser capaces de expresarlo de forma convincente. Esto cada vez se complica más, amigos.

O quizá no. Ah, claro, es que si queremos convencer a otra persona, tenemos que utilizar datos objetivos que, como no dependen de la interpretación del otro, sean incontestables. Y explicar que las conclusiones a las que llegamos usando esos datos se han extraído también siguiendo procedimientos, y aplicando la objetividad; y no porque hoy me siento inspirado. Pero bueno, esto es tan propio del método científico que precisamente los que sois Ingenieros deberiáis estar acostumbrados. Yo como soy Licenciado me permito a veces la licencia de dejarme guiar por mi inspiración ❤

En fin, algunas preguntas que nos ayudan a Explicar nuestro proceso de pensamiento:

  • ¿Sabrías explicar el proceso de análisis?
  • ¿Cuáles han sido los principales resultados del análisis?
  • ¿Cómo se ha llegado a la conclusión?
  • ¿Por qué esa es la mejor alternativa?

 6. Autocontrol

El Autocontrol es una metahabilidad. Es la habilidad de pensar sobre nuestra forma de pensar, de repasar nuestro proceso mental y corregir, no sólo el proceso sino sus resultados. Y para hacerlo, aplicamos las habilidades de Interpretar, Analizar, Evaluar e Inferir, pero sobre las conclusiones a las que hemos llegado.

En general, hay dos disciplinas de autocontrol:

  • La capacidad de examinarnos. Por ejemplo, de saber cómo nuestro sesgo o intereses han afectado a nuestro punto de vista, y si por ello la conclusión a la que hemos llegado resulta la más acertada.
  • La capacidad de corregirnos. Vamos, de ser capaces de darnos cuenta de la falta de objetividad en un argumento, o de haber juzgado algo de manera errónea, y poder llegar a otras conclusiones.

6+1. La habilidad de Comunicarse

Ya hemos visto que en un entorno colaborativo o empresarial, en el que te relacionas con varias personas (no olvidemos, cada una de su padre, de su madre, de su perrito que le ladre y con sus propios objetivos) una habilidad necesaria es la de ser capaz de Explicar tus argumentos o ideas con claridad; asegurándote de que tus interlocutores han entendido lo que tú esperabas que entendieran.

Bien. La mayoría de los problemas que suceden en el ámbito laboral son problemas de comunicación. Bueno, y en el ámbito personal. Aunque a estas alturas de la vida todos nos sabemos la Teoría Matemática de la Comunicación de Shannon, el problema es que la mayoría de los que somos ingenieros nos conformamos con eso, y nos pensamos que basta con que mandemos un mensaje a un receptor a través de un canal (llámese email, whatsapp o de boquilla) para que se reciba, entienda y procese como queremos.

Azotes en el cucu

El 50% de los problemas del mundo se deben a que las mujeres creen que pueden cambiar a un hombre. El otro 50% a que los hombres se resisten a dejarse cambiar por una mujer (Imagen de whackystuff)

Y lo cierto es que no. ¿Cuántas veces has salido de una conversación pensando que «no se enteran» o «no se dan cuenta» o «no me entienden» o «no les importa»? Es algo desesperante, y en general se debe a juicios de valor que elaboramos partiendo de nuestro punto de vista sobre el comportamiento de otra persona (que a su vez hace juicios de valor sobre nosotros)

Me gusta la analogía de los mapas mentales que leí por primera vez en el libro de PNL de J. O’Connor y J. Seymour. Básicamente lo que viene a decir es que dos exploradores con dos mapas distintos del mismo lugar tienen un contexto comunicativo diferente, y por tanto, podrían no ponerse de acuerdo sobre dónde están, aunque físicamente ambos estén en el mismo sitio. Porque cada uno considera como cierto lo que pone en su mapa.

Pues en comunicación es exactamente lo mismo. Dos personas pueden estar delante del mismo hecho, y tener dos percepciones completamente diferentes; porque nuestra visión del mundo depende de nuestra educación, nuestros valores, nuestros principios, nuestra experiencia, etc. Incluso de todo lo que tengamos en la cabeza en un momento dado, como por ejemplo, que el niño se ha levantado con fiebre, había atasco en la m30, me duele la cabeza, etc. De lo que viene siendo su mapa, vamos.

Como el resto de técnicos, no le hago mucho caso a esto de la PNL; pero también soy comercial, así que el tema de los mapas mentales es algo que me atrae. Al fin y al cabo, conocer a una persona supone saber cómo piensa, qué le preocupa, qué le interesa, y en base a qué toma sus decisiones; y no se me ocurre una forma mejor de facilitar la comunicación.

En resumen. Salvo que tú mismo en tu mismidad seas un ente autónomo que no se relaciona con nadie, creo que la primera habilidad básica que necesitas para pensar en grupo es comunicarte. Y para ello no basta que sepas expresarte de forma clara, concisa, a ser posible breve, y sin circunloquios. Prueba a intentar conocer los mapas mentales de otras personas, y a que otras personas conozcan los tuyos.

(Consejo: descubre tus propios mapas mentales primero)