El Ritual de Purificación
Empecé 2013 haciendo un ritual de purificación que había leído en Internet: tirando a la basura 50 «cosas» que tenía en casa. De todo tipo, camisas de vestir, de sport, camisetas, zapatos, libros… Incluso tiré mi colección de cintas de Pink Floyd (tranquilos, las tengo en digital)
La coach que promovía este método decía que si lograbas la disciplina de deshacerte de tantos «objetos» (muchos de los cuales llevaban tiempo contigo) interiorizabas una dinámica de dejar atrás tus ataduras materiales y empezabas el año en un estado mental que favorecía el cambio.
Visto con perspectiva, os diré que aunque me cuesta reconocerlo, fue algo positivo: tiré un montón de mierda a la basura y me pasé semanas entretenido comprando mierda nueva. Pero al menos, tuve la oportunidad de elegir qué nueva mierda consumía, y parte de ella me ayudó a ser diferente.
Nueva música, nuevos libros, nueva ropa… En definitiva, nuevas formas de manifestar tu personalidad, tu carácter, tus objetivos, tus ambiciones, tus miedos, o por qué no, nuevas formas de inspiración.
La moraleja es que cualquier momento es bueno para dejar atrás aquello que éramos para hacer sitio a lo que vamos a ser, sobre todo si no coinciden. Pero hazlo.
Tengo 3 bolsas de basura de comunidad esperando a que llegue mañana. He puesto en la lista negra unas deportivas que ya no me pongo. Me gustan, son de Onitsuka Tiger, y están como nuevas. Pero llevan un año en el zapatero. Tengo corbatas que ya no se ven por el mundo, muchas todavía me recuerdan a reuniones donde las he usado, y he llegado a creer que esas corbatas me ayudan a recordar qué hice bien y qué hice mal. Chorradas. Detrás de mi colección de DVDs hay dos filas de películas en VHS que no voy a volver a ver en mi vida, no por nada, es que el combi DVD+VHS tiene los días contados. La XBOX 360 está encima del armario. Seguramente haga algún experimento con ella tipo «cadena de favores»
Osea. Que tengo todo listo para hacer mi Ritual de Purificación.
Feliz 2014